La invasión rusa de Ucrania trajo consigo consecuencias económicas, políticas y sociales que se extendieron más allá de Europa Central. De manera paralela, aparecieron muestras de apoyo a la población ucraniana, que, en muchos casos, tuvo que huir a otros naciones. En Palencia comenzaron a organizarse redes solidarias después de que los tanques rusos cruzaran las fronteras el 24 de febrero de 2022 para recoger artículos de primera necesidad (medicinas y comida), para organizar manifestaciones en contra del ataque e, incluso, para planificar viajes humanitarios hasta países como Polonia y Rumanía para traer a mujeres y niños que habían huído de su país. Dada la distancia entre ambos puntos, estos desplazamientos fueron verdaderos retos para sus promotores.
La mayor afluencia de ucranianos se produjo en los primeros meses del conflicto. Al menos, esa es la afirmación que puede extraerse de la página web del Instituto Nacional de Estadística (INE), que ofrece información pormenorizada de la evolución reciente de personas procedentes de Ucrania. Según esta fuente, a lo largo del pasado ejercicio se empadronaron en tierras palentinas 166 compatriotas del exfutbolista Andriy Shevchenko. El mes que registró más altas fue abril, con 72; mientras que en marzo y en mayo se produjeron 31 y 37 incorporaciones, respectivamente. Según avanzaba el año, el número fue descendiendo. En junio hubo 13 registros; en agosto, 12 y en septiembre, uno. En el resto de meses, incluidos enero y febrero, ninguno. Por ello, no es descabellado asegurar que el principal factor de todos los empadronamientos de 2022 fue la guerra.
La cifra total de ucranianos censados durante el pasado ejercicio triplica a la que aparecía en el padrón continuo a 1 de enero de 2022. Hasta el inicio de los últimos acontecimientos bélicos, Palencia no era, en términos generales, un lugar con especial interés para los ciudadanos que salieron de este país que proclamó su independencia de la Unión Soviética (URSS) en 1991. Solo vivían 58, el 0,05% del total nacional, que se elevó hasta los 111.443. En Palencia representaban al 0,77% de los extranjeros (7.468), siendo la décimo novena nacionalidad (sin contar la española) más frecuente por detrás de Marruecos, Rumanía, Bulgaria, Colombia, Perú, Venezuela, Brasil, Paraguay, China, Portugal, Italia, República Dominicana, Honduras, Argentina, Cuba, Moldavia, Ecuador y Senegal. El número de ucranianos era igual al de británicos y, si se compara con uno de los 191 municipios palentinos, al de censados en Villalcón.
De hecho, el dato de empadronamientos de refugiados del pasado abril ya superó al número de personas que habían llegado antes del conflicto en busca de un futuro mejor a Palencia. Únicamente en Zamora (46) y en las ciudades autónomas de Melilla (cuatro) y Ceuta (tres) había menos población con carnet de identidad con el escudo ucraniano que en Palencia. En cambio, por poner algún ejemplo cercano, en Soria antes de la guerra ya había 120; en Segovia, 115 y en Ávila, 92.
En la actualidad, es fácil deducir que la cifra de ucranianos residentes en la provincia habrá aumentado, aunque el INE todavía no ofrece datos del padrón actualizados a 1 de enero de 2023 tras analizar las altas y las bajas del pasado ejercicio.
MÁS INFORMACIÓN. En cambio, sí que ofrece números que permiten comprobar el peso de los refugiados en comparación con los compatriotas que ya estaban asentados en la provincia. En febrero de 2022, el Instituto Nacional de laSeguridad Social (INSS) tenía constancia de que trabajaban en Palencia 30 ucranianos. La cifra, tras la invasión, fue aumentando hasta alcanzar los 78 en julio. Desde entonces, siempre osciló entre los 77 de agosto y los 72 de octubre.
En relación con los más jóvenes, 27 ucranianos estaban matriculados en centros palentinos en abril. La cifra se elevó hasta los 56 antes de final del curso académico 2021/22.En el actual, hubo de nuevo altas, registrandose un total de 67. Los últimos escolares entraron en noviembre, dejando el número en la última actualización en 70.