PalenciaFootball Academy cuenta en la actualidad con una docena de jóvenes refugiados ucranianos. Tres residen en la capital con sus respectivas madres, mientras que los nueve restantes conviven en la residencia de los padres Barnabitas junto a estudiantes de otras nacionalidades, entre ellos rusos. 

Según comentan el director, Juan CarlosRevilla, y el entrenador, Jorge González, la academia de fútbol contactó con el padre de un ucraniano que estaba en Palencia  y organizaron una acción humanitaria que trajo a tierras palentinas, desde la frontera conRumanía, a niños, niñas y madres.Con el paso del tiempo, algunos de los refugiados se han trasladado a otros lugares. «En el espíritu de la fundación está el desarrollar programas sociales», manifiestan.

La convivencia entre los nacionales de los países enguerra fue «desde el inicio» muy buena y, de hecho, es un ejemplo, aunque, obviamente, el tema de la guerra está presente en la residencia. Los ucranianos hablan con sus padres y, en ciertas ocasiones, traen informaciones que no son buenas. «Después de hablar con ellos, a veces, llegan más tristes y es por la situación personal de la familia», comentanRevilla y González antes de dejar claro que estos problemas vinculados a los horrores de la guerra no provocan alteraciones de la amistad. «Cuando llegaron aquí, los primeros que ayudaron fueron los rusos. Nunca ha habido ningún problema por este motivo», añaden los responsables de Palencia FootballAcademy.

En la actualidad, los jóvenes, que nacieron en 2008 y 2007, estudian en varios centros escolares  y juegan al fútbol en el Palencia Cristo Atlético de categoría cadete después -eso sí- de un largo periodo de reclamaciones en los correspondientes entes federativos que no tramitaban las fichas de los refugiados.