Julio César Izquierdo

Campos de Tierra

Julio César Izquierdo


Trillo

02/03/2024

Trillo, a secas, es un municipio de Guadalajara, a orillas del río Tajo y ubicado en la comarca de La Alcarria. Sin duda, un bonito lugar para conocer y visitar. También puede entenderse como la senda formada comúnmente por el tránsito, de ahí lo de «lo tenemos trillado». Palabra, en todo caso, que, como tantas o casi todas, procede del latín y que nos lleva al verbo «tribulare», que significa quebrantar o machacar algo. Tiene, metidos ya en harina, la misma raíz etimológica que tribulación y puede adentrarnos en el sentido bíblico que nos habla del tormento o adversidad que persigue a una persona. Como ven, el castellano es rico en significados y significantes, en contenido y continentes. Pero aquí, en lo cercano de los campos de tierra, todos -igual los más jóvenes, menos- tenemos la imagen típica: un apero agrícola destinado a separar el trigo de la paja. Con forma de tablero grueso, con el frontal curvado hacia arriba y cuyo vientre está guarnecido de esquirlas cortantes de piedra (lascas), o de sierras metálicas (sierras). Así nos lo dibujaron y así lo hemos visto algunos, incluso en acción. Buscando material sobre el tema -y por consejo de Tiburcio que está preparando una ponencia al respecto- veo que la localidad de Cantalejo fue, a mediados del siglo XX, un foco importante de producción de esta herramienta que se comercializaba en toda España. Hoy, ya lo sabemos, son material y carne de cañón en los museos más etnográficos, así como adorno de merenderos y bodegas, cuando no vestigio de reconversión en puertas de corrales o mesas de diseño en los hogares más sibaritas, por citar algún ejemplo. El trillo se usaba -claro- para trillar y fue en la Antigüedad (muy lejana) una fiesta que reunía a obreros y patrones. Allí se juntaban todos en huebra para llevar a cabo una acción donde los animales también tenían su protagonismo. Y nunca un quehacer tuvo tanto juego y tantas horas de trabajo, por lo que no es de extrañar que se asocie lo trillado con lo común y sabido, incluso con lo reiterado, consabido y visto. Era, mira tú qué cosas, tecnología punta, y no todos disponían de tan precisa maquinaria, pues había quien tenía que conformarse con tirar de mayal. Los tiempos cambian, las clases permanecen.