Froilán de Lózar

La madeja

Froilán de Lózar


A Luis y tantos otros

08/12/2023

Es verdad que no reconocemos en la medida necesaria el encomio y la dedicación de tanta gente como pasó por esta tierra. Beatriz Quintana, amiga y colaboradora, nos recuerda la odisea que supuso traer desde Toledo, para una exposición, los trabajos de Victorio Macho. Pero no es solo Victorio, es Jorge Manrique, Ramón Carande, Gonzalo Alcalde, Antonio Álamo, Enriqueta, Marcelino García Velasco... Luis Guzmán Rubio fue un amigo entrañable, que experimentó lo que implica vivir en la montaña, ejerciendo como maestro en Tremaya y San Felices de Castillería. Hijo del insigne Guzmán Ricis, siguió con la tarea de recopilación que comenzó su padre y, con 90 años, recordaba desde Tarragona su trabajo en este campo como director de las bandas de Aguilar y Cervera, de los coros de Guardo y Cervera y de la agrupación de bailes de Areños y Cervera entre 1949 y 1951. Su trabajo se verá en cierta forma reconocido con el triunfo por el mundo del gran compositor Claudio Prieto, natural de Muñeca de la Peña. Ímprobo trabajo que le lleva en aquellos años a una dedicación frenética, donde tomará apuntes de juegos y costumbres, canciones infantiles, tonadas de ronda, romances, canciones navideñas, danzas y bailes, a lo largo y ancho de toda la montaña palentina, con la intervención de centenares de vecinos que al calor de la trébede le irán desgranando historias y versiones, algunas expuestas muy bien en el libro que firma Carlos Porro con el patrocinio de la Diputación de Palencia. Estamos de paso, pero conviene recordar y agradecer lo que supuso tantos años de investigación. Cuando a mediados de septiembre, invitado por Jesús González, yo recalaba en San Cebrián de Mudá para abrir con unas palabras las fiestas de la localidad, y a continuación asistía a la actuación de los Marceros de Cervera, me acordaba de su padre, que vino de Barcarrota y compuso el Himno de Palencia y dejó impresas, para siempre, aquellas canciones dictadas por Saray Plaza, Máxima Gaitón, Juliana Martínez, Pablo Martín Gaitón, y otros vecinos de Camasobres, coplas que hoy todavía resuenan por pueblos y condumios:
«En Camasobres la nieve
borra todos los caminos,
pero jamás borrará
tu cariñito y el mío».