Froilán de Lózar

La madeja

Froilán de Lózar


Molinos de Consuegra

08/09/2023

A mí me sorprende lo lejos que está todo y las ocasiones que ahora se nos dan para conocerlo. Gozamos de unos medios de transporte que enseguida te ponen en un sitio lejano, que alguna vez soñaste de otro modo, lugares que recorrimos al paso de Rocinante, y donde nos dio tiempo para ir puliendo una tonelada de refranes. En la falda de un cerro, en la comarca de La Mancha, se encuentra Consuegra, lindando con Madridejos, Los Yébenes y Turleque. Por sus tierras pasaba la Cañada Real Soriana, uno de los caminos más importantes de la trashumancia en España. No voy a decir que me encantara, aunque, como en todas partes, hay que adentrarse por ellos, que siempre encontrarás algo que te sorprenda. Consuegra alcanza su mejor perfil desde el castillo y es citado por autores clásicos como Tito Livio y Ptolomeo. Fue un importante enclave romano, conocido como Consabura y aquí se construyó la presa más grande de todo el Imperio Romano de occidente.
Otra de las curiosidades con las que te encuentras si te adentras por sus calles, es que aquí se conserva una de las mayores colecciones de zapatos medievales de España. Y como ocurre en tantos otros lugares, la investigación no se detiene y siguen apareciendo importantes restos en su casco antiguo.
Pero yo allí soñé con los molinos, que le sirvieron de inspiración a Miguel de Cervantes para confeccionar algún pasaje del ilustre caminante Don Quijote de la Mancha. Su hermana pasó por el convento de clausura de las Carmelitas de Consuegra y es probable que, en una visita, le motivara la visión de los molinos que obsesionaron después al protagonista de su libro.
El molino más activo fue El chispas, que se detuvo en 1955; Bolero sirve de Oficina de turismo; Mochilas, fue restaurado por la Escuela-Taller del pueblo; el Caballero del Verde Gabán, se convirtió en restaurante y ahora es conocido por Gastro molino y otros, como Sancho y Espartero, se pondrán en funcionamiento, como cada año, el último fin de semana de octubre, coincidiendo con la gran fiesta de La Rosa del Azafrán. Puede decirse que todo lo di por bueno, incluso hasta el pueblo que me pareció feo, cobró sentido desde el cerro Calderico.