Toyi Marcos Sosa

Desde mi ventana

Toyi Marcos Sosa


¡Vaya española!

23/10/2022

España es un país herido en demasía. Y precisamente, por algunos de aquellos que han estado, están, o tienen contacto con las más altas esferas del poder político. El pueblo, la gente normal, lo que pretende es trabajar y poder pagar las facturas. En un principio, se creyó que las declaraciones de la reaparecida señora Trujillo era una broma sin sentido. Claro que bromear con ciertos asuntos que no se sabe hasta dónde pueden llegar….Pero no. Una vez más avala la reivindicación marroquí sobre dos ciudades españolas: Ceuta y Melilla. ¡Como si a esta piel de toro no la hubieran alanceado ni creado ya suficientes problemas. Busque usted otro país en el Mundo en el que algunos de los que forman parte de su Gobierno, ni se entiendan entre ellos, ni se identifiquen con el Estado que representan. Asombra la claridad; la contundencia con la que la ex ministra quiere «otorgar» la titularidad de Ceuta y Melilla a Marruecos: «Son vestigios del pasado que interfieren en la independencia económica y política de Marruecos». Estas y otras vergonzosas afirmaciones han sido una sorpresa ya que el pueblo español, al que se le  oculta tantas cosas, creía, que para llegar a ser ministra/o ya que de por medio hay un Juramento o Prometo, se ha de ser leal a su país. O ¿no? La lealtad es un valor fundamental. Una cuestión de honor. De compromiso. Un sentimiento de confianza ante el pueblo… 
Algo tan grave ¿emana de ciertas órdenes? ¡Qué pena del país donde todo tenga un precio! Los analistas políticos piensan  que esto huele pero que muy mal. Según El Español, la exministra ha creado una fundación financiada por Mohamed VI para apoyar el Sáhara Marroquí, o sea, que trabaja al servicio de los intereses de Marruecos y como ella misma tanto insiste, también en contra de los de su propio país. ¡Y… ojalá sea la única!  En términos políticos ¿cómo se denomina la nueva profesión  de la exministra? Señora, trabaje para quien quiera, sea usted bien pagada, tenga la nacionalidad que desee, viva donde le dé la gana y disfrute de tan exótico país. Pero oiga, no nos busque más complicaciones. Y enhorabuena por el baldón que ha añadido a su currículo.