Toyi Marcos Sosa

Desde mi ventana

Toyi Marcos Sosa


Sr. alcalde de Palencia

26/03/2023

Poco me importa que se postule para continuar de alcalde pues durante la etapa que se cierra, tan solo conozco su nombre y haberle visto alguna vez haciendo la compra en un céntrico supermercado. En alguna parte he leído que se presenta para cambiar todo aquello que no funciona. También dice, que a la hora de pactar no habrá líneas rojas ni socios preferentes y deja claro, que su objetivo es ostentar la alcaldía para transformar y modificar Palencia.  Genial. Pero su cargo, señor, incluye otros muchos deberes como que la ciudad prospere, contestar cartas que cualquier vecino le envíe, etc. No hace mucho, una carta publicada en este Diario se quejaba de sus no respuestas. Yo misma recibí una carta particular a través de Diario Palentino a finales de agosto de una señora a la que no conocía. En ella, manifestaba: «tengo casi 99 años» y añadía  su queja de haber dirigido a usted un par de cartas sin que ninguna de ellas se hubiese dignado contestar. También quiso concertar una cita y ni caso. Ni siquiera por  respeto a su edad. Se sentía muy mal por la desatención de su alcalde. No tuvimos ocasión de dirigirnos a usted pues desgraciadamente a los pocos días falleció. ¿Que por qué le cuento esto?  Muy sencillo. Usted no ignora cómo tiene ciertas zonas de esta ciudad que debería ser una tacita de plata y de la que el alcalde, es su principal responsable. Pero, parece desconocer a pesar de las veces que le hemos recordado la cantidad de líneas rojas que los mayores han de sortear para poder ejercer su derecho a transitar por su ciudad con seguridad. Mire, no siempre se encuentra un taxi adaptado y es horrible cómo están algunos pequeños tramos de fácil solución cuando acudes al Río Carrión con una  silla de ruedas tal volvió a ocurrir el pasado 18. ¿Habrá que ir provistos de banderín para que los coches paren mientras eludimos esos tramos yendo por la carretera? Y el domingo pasado sobre las 13,40 en Pº de la Julia, una señora en silla de ruedas se vio obligada a bajar a la calzada por un vado de garaje para que otra, pasara. Imposible subir. Un joven se apeó de su coche y amablemente, la ayudó a volver a la acera.