José Javier Terán

El rincón palentino

José Javier Terán


Campanas

01/03/2023

A finales del pasado año, la Unesco acordó declarar el toque manual de campanas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Una muy buena noticia para los amantes de los toques de campana que, de este modo, puede salvaguardarse de manera más efectiva el que esta actividad tan tradicional de nuestro mundo rural, con las campanas como protagonistas, se la valore en su justa medida y no se pierda por los derroteros del olvido y la indiferencia.  Eso sí, siempre que haya personas que quieran aprender estos diversos toques y enseñarlos luego a sus congéneres.
Desde luego que esta declaración de la Unesco no ha llegado porque sí, sino que ha venido avalada por el arduo trabajo y la constancia demostrada a lo largo de los años por las diferentes asociaciones de campaneros del mundo, con las de nuestro país incluidas. Encontrándose entre ellas, para nuestro gozo provincial, una palentina.
En efecto, se trata de la Asociación de Campaneros Villaltanos, ubicada en la localidad palentina de Villota del Páramo, cuyo gusto por los toques de campana y su continua difusión de los mismos allá donde se les llama, habrán servido, sin duda, para coadyuvar a esta declaración como patrimonio inmaterial de la humanidad.  
Y es que resulta todo un arte en sí esta tradición ancestral recogida en nuestros pueblos, donde el toque manual de las campanas servía para transmitir a sus vecinos noticias o novedades del día a día, tanto en el aspecto religioso como en el civil; aportando también su granito de arena en las estampas festivas de la localidad y dotándole de su dosis de alegría correspondiente.
Así, un toque determinado de las campanas, que producía el correspondiente sonido que se extendía con prontitud por toda la población, nos podía estar anunciando el nacimiento de un nuevo bebé en el pueblo; como otro diferente al anterior nos informaba del fallecimiento de algún vecino. O un tercero, de características bien distintas, nos avisaba de un incendio en el casco urbano o en los campos de los alrededores. 
Y claro, existe aún ese otro toque tan popular, anunciando un inminente inicio, que convoca a los vecinos a los actos religiosos en la iglesia.