José Javier Terán

El rincón palentino

José Javier Terán


Cerrando el año

30/12/2020

Acaba diciembre y acaba también el año, lo que es un momento propicio siempre para hacer balances de todo tipo. Pero en esta ocasión, a la vista de cómo ha transcurrido este 2020, no sé qué balance podríamos hacer, contando de base con la negatividad total de la que ha hecho gala el susodicho. Que si intentásemos buscarlo peor, seguro que no lo íbamos a encontrar en unos cuantos años a la redonda. Porque ha sido el más nefasto que imaginar nadie podía cuando éste comenzaba allá a primeros de enero y todos a una nos deseábamos un feliz y próspero año.
¡Vaya con el 2020!, se ha lucido; que peor no lo podía haber hecho. Le ha salido todo redondo, como sus cifras, rematadamente mal, dejando tristeza y desolación a su paso, jornada tras jornada casi, y sin que al final de sus días el tema de la pandemia –que ha sido esa espada de Damocles que hemos tenido siempre sobre nuestras cabezas-, se haya resuelto definitivamente; antes al contrario, siguen apareciendo brotes del virus por doquier. 
Si bien, en estas últimas fechas pareciera estar comenzándose a ver la luz al final del túnel con la llegada ya de las vacunas contra el virus y su suministro general a la población por etapas.
Así es, aunque deban de pasar todavía unos cuantos meses más –los más entendidos hablan del próximo verano-, para que la población en general esté inmunizada y el virus no produzca efectos perniciosos en las personas. Para allá vamos, pues. 
Y para finalizar mi crónica de hoy, última de este nefasto año que todos ambicionaríamos poder borrar de un plumazo, quisiera pedir con todas mis fuerzas que el próximo nos resulte a todos próspero y feliz de todas todas. Pero tal y como ha transcurrido este 2020, y cuando esto mismo decíamos allá por diciembre de 2019, quizás lo mejor sería pararse y pensar que, a poco que se esmere este próximo 2021, lo va a tener muy fácil para ser infinitamente mejor que éste que ahora finaliza, que ha sido malo entre los malos, el peor. Así que apaga y vámonos y alejémonos cuanto antes de su influencia.
Aunque no me resista a desearles un ¡Feliz Año Nuevo!.