Julio César Izquierdo

Campos de Tierra

Julio César Izquierdo


Remando va     

12/06/2021

Cabalgamos amigo Tiburcio. Buena señal será que nos tilden los unos de izquierdas y los otros de derechas. O no saben para quién vendimian o es que nosotros vamos por el buen camino. Eso o que nos quieren llevar al huerto o que molestan más de lo que parecen sus comentarios, buen hombre. Sabido es que gustan poco los pepito grillos o que se insista hasta la saciedad sobre lo que nunca se arregla; o simplemente, que se cuestionen algunas cosas. Son capaces de ponerte sobre la mesa cientos de folios con capítulos grandilocuentes que algunos de ellos no sabrían interpretar. Pero, ojo, son casos excepcionales, pues te encuentras a muchos que trabajan con ahínco para solventar (paliar) las problemáticas que deshidratan la piel rural. Mientras, claro, en cada congreso, encuentro, o café informativo, hay más gente arriba explicando lo que hay que hacer que personal abajo escuchando. Será porque la despoblación es también desolación y el personal (casi) se preocupa más por el hoy individual que el grupal. O tal vez ya ni asisten porque están lavando en el río con la tabla de madera, rústica opción sostenible y ecológica (bueno, sin jabón de manteca, no vaya a ser que…) Y claro, buen amigo, es de agradecer las experiencias de éxito, los proyectos que nos han cambiado algo el paisaje y las acciones institucionales de éxito, vengan de donde vengan y las haga quien las haga. Pero un poquito más de sentido común, de bregar en la misma dirección aparcando ideologías sería estupendo, maravilloso y cuasi milagroso. Porque si no se rema con la misma intensidad por los dos lados de la barca, o no se llega a destino o te arriman a la orilla que más calienta. Así pues, estimado maestro y sufrido oidor, decirte tengo que, en la cuestión (de moda) de puesta en valor y de desarrollo, he conocido a estupendos profesionales de todos los gremios que han sabido poner sobre la mesa geniales propuestas. Y, curiosamente, eran (son) críticos con ellos mismos y con lo suyos. Algunos han sabido capear los temporales, otros han sido triturados y se dan caso de deserciones y toallas tiradas al borde de la cuneta. Transmito así mi agradecimiento a quienes anteponen el deber y la causa a los colores. Que no parezca filípica al uso. Sea.