Toyi Marcos Sosa

Desde mi ventana

Toyi Marcos Sosa


Tensión política

24/10/2021

Dicen los que saben que los congresos políticos sirven para glorificar al líder y decidir la suerte de un país. Pero a los ojos del ciudadano se ve, además, que se celebran con la pedantería más desmesurada dada  la pretensión, las más de las veces, de distraer. Sea como sea, el líder alabado flota bajo el aspecto más favorable y meloso, pues cree estar tocado por un talento especial impulsado por su persuasión de catequizar a una parte de la población que no puede vivir el presente ahogado por múltiples problemas.  
Y porque el conformismo es una cobardía cuya respuesta es el sometimiento, ingenuamente pregunto: ¿Por qué, el destino de todos lo han de decidir desde el Gobierno  los menos votados y los 'acomplejados de superioridad' que solo barren para su casa? ¿Por qué hay que aceptar que este monstruoso Estado tenga tantas cabezas reivindicando, pero solo dos partan y se repartan el bacalao mientras el resto no tiene más esperanza que el aguante? pues las CCAA más ricas, a cuenta de pagos espurios, se lo llevan todo como se ha publicado y es notorio: «Cataluña será la región que más fondos reciba en 2022». Las demás, parecen ser residuos abandonados a la deriva en un mar de desigualdades. Esto no es justo.
La  España real es muy diferente a la oficial predicada, pues hay dádivas incomprensibles y trueques que desgarran el alma. La tensión política se palpa, es como un avispero del que cuesta desligarse. No existe un plan que se fundamente en la raíz de la igualdad, ni convicción medianamente honrada, por tal el reproche que merecen es que no contribuye al bienestar de todos, sino de unos cuantos que, como saltimbanquis, siempre caen de pie con muy poco esfuerzo. Tan solo necesitan resistencia, algo de pleitesía y el sostenimiento de quien se cree imprescindible.
Aferrarse como lapas al poder de este modo es abrir una herida difícil de cicatrizar, porque las concesiones se multiplican, las promesas para el futuro de todos se desvanecen y España no puede derrumbarse como un castillo de arena pisoteado por divisiones, conflictos y privilegios para una minoría.  Ya  basta. Haya Igualdad y sensatez.