Los analistas no hacen otra cosa que advertir. Estamos en verano. Después de dos encerrados hay ganas de salir que es lo justo pero avisan de lo que nos espera cuando llegue septiembre. La deuda del conjunto de las administraciones públicas alcanzó en junio la friolera de 1.47 billones de euros, 116,83% del PIB; últimos dos años cada día, 270 millones más. Menos mal que la ministra de Hacienda con su habitual soltura dijo: «Este Gobierno no va a subir los impuestos ni a la clase media ni a la trabajadora» ¿Por qué dicen lo que no piensan? ¿Dónde está ese NO claro y rotundo? Qué diferencia con Alemania que en lugar de subir, los baja. Entre una inflación galopante sin que llegue solución que ayude y con un fuego que nos ha cercado, destruido casas, establos ganaderos, cosechas, flora, fauna, las vamos a pasar canutas. No llueve, los pantanos están secos, habrá escasez de alimentos para proveer a tantas necesidades y lo que hoy hay en el mercado, ya es inalcanzable para muchos. 
Banco de España: apretarse el cinturón mientras otros se aflojan solo la corbata parece burla. El Gobierno ha buscado apoyos con sus socios negociando hasta última y aunque digan que no, nada es gratis. Y a quien tiene le importa un bledo los decretos de ahorro del plan energético. Y en medio de todo esto ¿en qué piensa el Gobierno? Pues según la número dos del PSOE, ve viable revalidar alcaldías y poder desbancar a su contrario en Madrid: «Nos vamos a emplear a fondo» Sin duda. Pues vemos la lucha que hay por desjudicializar el procés y blindar más el catalán. Esas son sus columnas de Hércules para resistir, lo que no sabemos, es cuánto resistirá parte del pueblo ni la España vaciada en irse al cuerno. Cuando hay gente que pretende sobrevivir, algunos ministros emplean su tiempo en que si el emérito o no emérito. Dejen que dirima la Justicia y Vds. den solución a los indicadores económicos. De sobra saben que el IVA es el impuesto de los pobres y que una botella de vino Vega Sicilia si se compra en tienda, tiene el mismo IVA que el vino peleón del que quiere olvidar que es un paria. En fin, ahora disfrutemos de las ferias de San Antolín.