Toyi Marcos Sosa

Desde mi ventana

Toyi Marcos Sosa


Quien tiene padrinos…

25/07/2021

Según el dicho popular, se  bautiza. Sé que entro en aguas pantanosas y pido disculpas por el riesgo que entraña mí ignorancia sobre la confusión que generan las críticas de los más doctos del reino, a raíz de la sentencia que enfrenta a magistrados y políticos. 
Algunas ministras, dicen que los jueces hacen oposición al Gobierno, pero desde el propio Gobierno, también entre ellos se hace oposición. Y no es esto último lo que quiero señalar, sino que cuando algo no gusta a los mandamases o a privilegiados se rebelan y salen en tromba. 
En mi pueblo, cuando era niña, el Juez de Paz recaía sobre un vecino de bien que todos respetaban. Éste, dirimía todas las desavenencias y lograba poner de acuerdo a las partes implicadas. Ni siquiera los caciques protestaban. Las sentencias eran salomónicas pues estaban dentro de toda lógica entendible que salvaguardaba los derechos civiles de todos. La igualdad de todos ante la Ley, es lo que permite compatibilizar Ley y Justicia. Leo, que un juez movido por su voluntad inalterable da a cada cual su derecho, pues  es el derecho a la razón, a la equidad. Esto es algo muy complicado para los profanos, pero nada nos impide observar, que si la Justicia es un concepto ético con varias definiciones  y que a su vez es individual… Pero si para cada persona significa causa distinta como definición general, la actuación del Tribunal es y ha de ser justa. Entonces, cuándo deciden varios magistrados sobre una misma causa y hay división ¿qué razón les hace sentenciar de modo distinto? ¿En qué parte está la razón?  No imaginan lo enredados que estamos. Porque si dos Poderes, el uno dice sobre una  misma causa que es blanco y el otro negro, uno de los dos no actúa conforme a razón. Y si uno se impone por las bravas, el otro ya no será un poder independiente, pues quedará totalmente, devaluado.
Las disensiones entre estos poderes, no ayuda. La ideología cuando aflora puede desacreditar. Pues nos ha dejado KO la única y más admirada ministra al decir: «Los debates y elucubraciones doctrinales están muy bien, pero quizá no deberían plasmarse en las sentencias» ¿Será esto un sí no es? ¡Lo que faltaba! 

ARCHIVADO EN: Justicia