José María Nieto Vigil

Sin Perdón

José María Nieto Vigil


El tribunal de la verdad

13/11/2020

Ni ley, ni decreto con rango de ley, orden ministerial, es decir, con una norma de rango menor el gobierno se propone imponer la verdad oficial. Suena a comité censor de la libertad informativa. Inadmisible, autoritario y vergonzoso, por mucho que se empecine en negarlo el ejecutivo de Sánchez. 
Como es natural, las voces críticas se han alzado contra una verdadera ley mordaza, no solo desde la oposición política, sino también desde los medios de comunicación, incluso desde algunos considerados afines. También en Europa están estupefactos y alertas a este nuevo exceso del gobierno de España. Según Moncloa, surge para censurar lo que no sea verdad -según ellos, claro-, las llamadas fake news   y los eventos desinformativos. Un atropello a la libertad del derecho a la información y a la libertad de expresión.  He tenido el estómago de leerme el Boletín Oficial del Estado, publicado el jueves 5 de noviembre,  para conocer las sutiles intenciones censoras del nuevo comité, que es más un tribunal que establece lo que es cierto y lo que es falso, a conveniencia del censor por descontado.
No se me quiebra la voz, menos la letra escrita, al afirmar que se ha dado un paso más en la imposición de la ética de pensamiento único excluyente. El gobierno social-comunista pega otro golpe de mano al ya supuesto Estado Social y de Derecho proclamado por la Constitución. Estoy verdaderamente harto de las tropelías que se vienen cometiendo y los atropellos a los derechos ciudadanos: se ha politizado la Justicia con la quiebra de la división de poderes; se pone en marcha una nueva y excluyente ley de educación que cercena la libertad de enseñanza; se claudica ante las exigencias independentistas en todo tipo de demandas secesionistas, ahora incluido el castellano; los Porsupuestos Generales del Estado se asemejan a las cuentas del Gran Capitán, con el azote fiscal y el gasto a porrillo; una nueva memoria histórica se pretende imponer de manera sectaria y obligatoria…Suma y sigue.
 ¿Quid veritas est? ¿Qué es la verdad? Según parece, la que nos quieren dictar.