Víctor Corcoba

Algo más que palabras

Víctor Corcoba


Abiertos

29/06/2021

 


Tenemos que ganar confianza, mostrarnos abiertos a todas las preguntas, interrogarnos más, aunque pensemos que tenemos todas las respuestas. A veces nos invade un concierto de pensamientos que nos confunden. En otras ocasiones, nos endiosamos en nuestros oportunos pedestales y apenas reflexionamos. Pensamos que el porvenir se nos da por añadidura y olvidamos que cada momento es único, que requiere trabajarse en unidad y en unión, con fuertes dosis de tesón, constancia en el empeño y espíritu solidario. Son, precisamente, esas energías interiores, las que nos hacen tener otra visión más justa y menos prepotente del acontecer diario.
En una sociedad que busca a toda costa el beneficio personal, el éxito continuo, la riqueza sobre todo lo demás o el goce desenfrenado; los individuos acostumbran a encerrarse en su egoísmo y no ver más allá del interés que les mueve. Suelen, además, perder la familiaridad en sí mismos y acaban no respetándose. Esto es grave, porque podemos tener consideración por alguien, pero si nos transmiten sus huellas intranquilidad, el propio afecto también se hunde. De ahí, lo importante que es sentirse acompañado en los lenguajes; pero, de igual forma, acompasado en su esencia por alguien. Naturalmente, con la intención de encontrar ese horizonte armónico que todos deseamos abrazar por propia voluntad.
Desde luego, en este momento de tantas dificultades, cuando la gente no sabe en quien apoyarse, ya que también ha perdido la convicción en las instituciones políticas, no es fácil levantarse cada día y ponerse en camino. Lo reconozco. Hemos arrinconado algo tan vital como crecer en honestidad. Y así, ese espíritu liberal con el que solemos bautizarnos cada despertar, no es tal; pues, para que la democracia mejore, los parlamentos han de ser más fuertes en ética, transparentes en su obrar y responsables en sus acciones, lo que conlleva estar siempre, en disposición de servicio, hacia toda familia humana. Pensemos continuamente en ese bien colectivo, que los hombres de gobierno han de tutelar, junto a cada ciudadano, con  el cumplimiento de su deber.