Todo es virulento y poco entendible en medio de tanta ideología desmadrada, extremada e interesada. En este 8-M desunido, donde la realidad está lejos de lo que pasa, poco o nada se ha oído sobre las carencias de las más mayores. Es un despropósito indigno;  un disparate que en tema tan delicado utilicen la media para demostrar lo bien retribuidas que están. Pero  en esto, hay quien ya rebasa los 3.000 eurazos y quienes no llegan a 750 euritos en contributivas. Sabemos que una pensión se dirime con arreglo a los años trabajados y a la cotización de cada cual. Me refiero sólo a los  pensionistas de forma ordinaria, no a los jubilados que tienen alguna modalidad, que eso es otra cosa. Por tanto, desde el momento en que se accede a las pensiones máximas, entremedias y mínimas, todas aportan lo mismo a las arcas de la Seguridad Social, o sea, 0 euros. El IRPF es otra cosa. Con lo que las diferencias en los cálculos anuales seguirán distanciándose más y más generando tremendos interrogantes. Deberían dejar en paz las medias, pues unos seguirán comiendo carne y otros royendo huesos ya que, adjudican unos ingresos que ni ven ni verán. También sería bueno retomaran el bendito Pacto de Toledo y procuran entre todos, buscar un procedimiento más imparcial y razonable para el incremento anual de modo, que la brecha de la jubilación ordinaria entre máximas y mínimas no siga agrandando tanto la diferencia entre ambas. Y como cuando el río suena agua lleva, después de oír a la ministra de Hacienda sobre pensiones y en la forma que ella define de emplearlas su receptores, porque parece ser que no las necesitan, la Seguridad Social multará quitando parte o todo del complemento  aplicado de las que no alcanzan el mínimo a todas aquellas, que no presenten cierto trámite por su nivel de rentas. ¡Cuántas penurias han paliado esas pequeñas rentas logradas a base de sacrificios pensando en la vejez durante toda  una vida! Y muchas de esas mínimas pensiones, vienen afectadas por la vida laboral de muchas mujeres debido  a la consabida desigualdad salarial por un mismo trabajo y esfuerzo. Eso no lo hemos oído nosotras este 8-M.