Víctor Corcoba

Algo más que palabras

Víctor Corcoba


Realidad

13/10/2020

Hoy, cuando todo se puede alterar, el encuentro con la realidad es verdaderamente sorprendente, máxime si caminamos atados a poderes corruptos, a intereses mundanos, que desde luego van a impedirnos siempre contar con un espíritu libre, cuando menos para serenarnos y tomar la orientación justa; porque no es cuestión de repeler los diferentes contextos, sino de transformarlos en una sapiencia universalizada. Desde luego, para que brote un horizonte de bien, tiene que tener tras de sí aires liberadores, dispuestos a reencontrarse con la autenticidad del diálogo; pues no hay otro modo de avanzar que adentrarse en el corazón de la vida, aunando esfuerzos y reconociendo lo que nos mantiene vivos e ilusionados. 
Ya está bien de tantos sometimientos y de menosprecios, de romper raíces y destrozar ilusiones, de aislarnos y de no saber mirar más allá del culto monetario. Ojalá aprendamos a tomar otro cultivo, orientado a lo armónico y a cuidarnos unos de otros. Quizás nos tengamos que mover más en favor de la salud mental y en tomar, en cada despertar, el mejor soplo de luz que proviene de la conciencia. Pensemos que casi 800.000 personas se suicidan cada año (un individuo cada cuarenta segundos), y que multitud de gentes caminan deprimidas, sin apenas consuelo alguno. Las puertas del corazón no pueden permanecer cerradas. Todos hemos de contribuir a tender puentes, al menos para que podamos sentirnos acompañados.
La realidad, ciertamente, nos traslada multitud de seres humanos abandonados. Está visto que cuando falla el auténtico amor, todo se echa abajo, empezando por la familia y acabando por la sociedad, que no entiende de clemencia y muchos menos de nobleza. Verdaderamente, dan desconfianza estas circunstancias actuales, pues todo se agita en lugar de imprimir reposo. Las consecuencias económicas de la pandemia ya se dejan sentir por doquier, puesto que las empresas despiden al personal en un intento de salvar el negocio, o se ven obligadas a cerrar por completo. Por consiguiente, y según la experiencia adquirida en emergencias pasadas, se espera que las necesidades de apoyo psicosocial y en materia de bienestar aumenten considerablemente.