Carmen Arroyo

La Quinta

Carmen Arroyo


Tiempo para la esperanza

31/12/2020

Sí, con V de vacuna, y espero que, como dijo el Papa hace muy pocos días, llegue a todos los países, a las personas que, además de sufrir el terrible problema de la pandemia, soportan condiciones impropias de un ser humano. Tenemos el mismo derecho a ser vacunados. Además de justo es, también, necesario para poner fin al problema. Cuanto mayor sea el número de personas vacunadas en cada país, antes se frenará la pandemia. Decir la verdad, a veces, ofende. Leo en la prensa que «la pandemia se resiente cuando se convierte en un instrumento de lucha partidista»,y veo por la televisión que, quien más y quien menos, hace de las vacunas su bandera personal para placar al contrario, como si de un juego se tratase.
   Y, además, perdón si me repito, si no tomamos en serio las medidas sanitarias, poco lograremos  de lo mucho que se puede conseguir con ella. Tiempo al tiempo, y saldremos de esta agonía que se llevó a tantos mayores como nos dejaron, o siguen a bordo de ese barco negro de la muerte. Un político ha dicho «España vive un rayo de esperanza». Otro, en cambio, exige control sobre el número de vacunas que llegan, su distribución y, si le apuran un poco, estará dispuesto a poner en marcha una investigación sobre cómo se aplican y si son bien administradas, que  a río revuelto, algún voto arañará.
Lo importante es que en España, el domingo, una persona de 96 años, Araceli Hidalgo, fue la primera mujer que se vacunó; estas fueron sus palabras: «Gracias a Dios». «A ver si logran que el virus se vaya». Frases espontáneas de su corazón. Con ellas va implícito su agradecimiento por el esfuerzo de miles de personas que, en distintos países, donaron  talento y trabajo para conseguir, en tiempo récord, un auténtico milagro: la vacuna que salva. Pero no pensemos que con recibir las previstas dos dosis de ella ya estaremos inmunizados. También es preciso el factor tiempo; que transcurran determinados días en la aplicación de las mismas  y después de la segunda.  No olvidemos seguir con las normas de higiene. Son siempre útiles. Prevenir beneficia al conjunto. Siento vergüenza cuando seres egoístas e irresponsables siguen con fiestas ilegales y botellones. No hay palabras para definir tanto egoísmo. Feliz 2021 a todos los palentinos.