España es un Estado social y democrático en su ordenamiento jurídico: libertad, igualdad, pluralismo político, etc. También, dicen que la soberanía nacional reside en el pueblo; solo que ignorándole. Y el Gobierno, humilla a España agrandando sus tragaderas ante unos soberanistas salidos de 1931 en una Nación de 500 años. Las cámaras legislativas están plagadas de especuladores y el pueblo pidiendo reformas de lo que ningún partido quiere ni oír: mandar al cuerno esta ley electoral para que un voto tenga el mismo valor en cualquiera de los rincones de España y, al tiempo, quitar poder y privilegios tanto al Gobierno como a separatistas. 
Sánchez ha cambiado ministros y al ciudadano le da exactamente lo mismo, pues  como dijera aquel: «La pasión del mando es superior aunque los suyos le desprecien». Y es que el presidente fía su futuro al éxito de las conversaciones con el Govern y al dinero que les entregará procedente de la UE y que a ésta, se le escape vigilar. ¿Digan en qué ceden estos maestros del escapismo que siempre tendrán razón aunque les pillen? Y en la mesa de negociación quieren hablar de un único tema para apoyar todo aquello que no saldrá gratis. Ya ves españolito que con el dinero público, España paga desobediencias y golpes de estado, y el Tribunal de Cuentas poco tendrá que decir. Porque como dijo el ministro Escrivá «O se bajan las pensiones o se suben los impuestos», que en parte pueden ir a sufragar las muchas infamias separatistas. Sin embargo, no importa que no haya dinero para personal sanitario y se cierren camas hospitalarias ante una nueva ola.  
¿Con que España nos roba, eh? Siempre piensan que no hay mejor defensa que un buen ataque. Pues como colofón, hay miles de millones que han recibido del Estado y no se sabe a cuántas herencias dudosas ni a paraísos fiscales han viajado. Y el pueblo anda en la cuerda floja. ¿Acaso el dinero público, que ‘no es de nadie’ pero tampoco crece en los árboles, ha dado o da solución a las familias que les embargan sus casas? Junqueras, dijo que si no pagaba -por el TC- embargarían la suya a sus hijos. O sea, que las trastadas de estos, encima son gracietas.