Toyi Marcos Sosa

Desde mi ventana

Toyi Marcos Sosa


¡No a la guerra!

06/03/2022

La pandemia a muchos nos ha dejado sordos aunque no tanto, como para no poder oír el grito desesperado de aquellos que sufren una guerra. Sin embargo, aquel rotundo ¡no a la guerra! que brotaba con fuerza en escenarios y calles y aplaudíamos a rabiar, está apagado, o se dice con la boca pequeña. Cuando estalla una guerra, todos los derechos humanos son violados; la paradoja es, si quien la provoca son los nuestros el grito se silencia, se culpa al débil y se justifican brutales bombardeos sobre civiles. No podemos imaginar qué sentiríamos si fuésemos una de esas personas que huyen de su patria debido a unas fuerzas imperialistas que la atacan. Vemos a mujeres que salen de sus casas con lo puesto, arropando a sus hijos y a personas mayores en huida despavorida por interminables carreteras hasta la próxima frontera sin conocer destino. Atrás, dejan a los hombres con un arma rudimentaria y cócteles molotov como únicos artefactos para hacer frente al terrible ejército ruso en una contienda, donde la comparación de armamento del invasor sobre el invadido evidencia tal desequilibrio que la desigualdad es notable y horroriza. Y mientras el presidente ucraniano y su valiente pueblo esperan el apoyo de la OTAN o EEUU, el ruso, en su temeraria política en pose de estatúa, gesto hermético y frío como el mármol, sin remordimiento, exhibe músculo armado por tierra, mar y aire. Lord Mountbatten, en 1947 al referirse a una secuencia sobre la repartición de la India, decía: «Es como estar sentados sobre un barril de pólvora al lado de un volcán» ¿Qué opinaría de esta guerra? Un Goliat sin piedad ataca a un pueblo indefenso y la Europa solidaria le abre las puertas. Ejemplo cercano lo tenemos en Paredes de Nava, desde donde han salido tres vehículos costeados por el Ayuntamiento, Cetece y el Proyecto Arraigo hasta la frontera de Alemania y República Checa para recoger a mujeres y niños. La inductora es Eugenia, una ucraniana de los diez que residen en Paredes. Es admirable que el pueblo junto a su Ayuntamiento estén preparados para atenderles. El Mundo sensato pide paz y esta provincia se mueve para ayudarlos. ¡NO A LA GUERRA!