Javier San Segundo

Ajo, guindilla... y limón

Javier San Segundo


El que no consume

27/01/2024

Claro está que desde que pagamos el primer recibo de autónomos, de alquiler o cualquier otro inherente a una actividad empresarial, el objetivo último es facturar para cubrir todos los gastos e inversiones que requiera el asunto y que al echar la cuenta quede un beneficio digno y acorde que perpetúe el negocio in saecula saeculorum. Pero también es muy cierto que en determinadas ocasiones nos vemos en la obligación o en la necesidad de realizar ciertos trabajos sin ingreso instantáneo mediante. Y un bar no va a ser menos porque sucede más que habitualmente y hay que gestionarlo de la mejor manera posible y cada cual bajo sus propias entendederas y circunstancias de local y ubicación. Y es por ello que indagamos un poco más allá en el conjunto de acciones del buen servicio al que tantas veces hemos aludido y gracias al que, por la profesionalidad y la amabilidad con la que gestionemos el momento, podemos diferenciarnos, quedar en el recuerdo y cocinar un próspero caldo de cultivo de futura parroquia fiel. Pueden servirnos como ejemplos más habituales el cliente que entra a por cambio, la persona que nos solicita, o no, permiso para ir al cuarto de baño, la mesa de cuatro en la que consumen tres o el que va de paseo con el carrito y el bebé y nos pide que le calentemos el potito en el microondas. Como en el patio de mi casa es decisión particular atender esas demandas, pasar de ellas o escupir exabruptos por las fauces y cagarnos en sus muelas cuando emergen. Pero desde estas líneas quincenales y continuando con lo que consideramos la excelencia hostelera del buen servicio, clientes son como todos los demás. Es más, como hostess de bandera que pretendemos ser y estar (permítanme el uso de la expresión anglosajona en femenino para referirnos al o la anfitrión/a) hemos de seguir a rajatabla el protocolo de atención recibiendo, atendiendo y despidiendo a ese cliente con la misma profesionalidad y la misma amabilidad con las que mimaríamos al comensal de gamba blanca, percebe de la ría, chuletón de buey y botellaca de vinazo. Motivos, muchos...  Mañana puede ser el de café, copa y puro; a todos nos ha pasado; pura humanidad; política del negocio; o por simple educación y profesionalidad. Y hay más…