Pues sucedió que con mi amiga Aurora  y Pedro, amigo de Clemente que se aprestó a llevarnos, tuve la oportunidad de volver a pisar  las calles de una paredeña que un día con indudable orgullo me dijo que tenían el mejor alcalde, el mejor médico y el mejor cura. ¡Casi nada, y si a eso añades que es cuna de los Berruguete y otros destacados personajes ya no te digo! Lo cierto, es que hacía tiempo que no iba más allá de mi entorno y esta salida, me hizo ilusión. Fue hace tres sábados. El día amaneció espléndido. Paredes de Nava celebraba una  jornada de puertas abiertas con el fin de dar a conocer las obras que se están llevando a cabo en el antiguo convento de San Francisco del siglo XV que, no tardando pues llevan buen ritmo, se convertirán en un magnífico Centro de Artes Escénicas. El día acompañaba. Creo que había casi más visitantes que paredeños. Las terrazas estaban llenas y el ambiente que se respiraba animaba.  El milagro de ese balance es mantener al pueblo unido en torno a un líder perseverante pues lo contrario, sería ignorar las aspiraciones más profundas de sus gentes especialmente las de la juventud. Un reto difícil para un alcalde que busca solucionar un problema territorial pero posible, si todos van a una ya que según revela en Diario Palentino, por segundo año consecutivo partido gobernante y oposición llegan al consenso: ejemplo a cundir pues pasar de uno mismo a los demás es franquear la ansiada participación a través del intercambio de una comunicación rota por la bronca y ambición impuesta por políticos de altos vuelos. 1.900 habitantes y un  regidor que por lo que se ve cuenta con el mejor equipo Paredes siempre está inmersa en algún proyecto atrayente. No es hazaña menor disponer de catorce viviendas tanto para adquisición, acondicionamiento, etc. El polígono industrial puede dinamizar la actividad ayudada por las áreas logísticas imprescindibles para concentrar el transporte. La estación férrea es otro punto a favor. Pero hay que reconocer, que las relaciones con las administraciones públicas competentes son demasiado lentas; deberían estar obligadas a crear un nuevo estilo de acción.