Juanma Terceño

El hecho gastronómico

Juanma Terceño


Gran experiencia micológica

08/11/2023

Me asomo hoy por aquí para comunicar lo feliz que me hicieron los amigos Elena Lucas y Diego Muñoz hace unos días. 
Con muchas ganas acudí a su restaurante La Lobita, en la localidad de Navaleno, entre otras motivaciones por una botella del vino Clarión de la añada 2001 que llevaba años allí esperándome. Muchos de ustedes no lo conocerán, pero Clarión es uno de los vinos blancos españoles que más me gustan y sí, esta botella era del año 2001, un vino blanco con 22 años puede ser maravilloso y estar en plena forma. Ya tengo a mi compañero José Ferrer, el gran enólogo de Viñas del Vero, buscando algunas botellas más de esta añada en el botellero o en el almacén de la bodega para satisfacer mi gula y el paladar de mis familiares estas próximas navidades.
Con todo el cariño del mundo, Elena y Diego nos dieron un homenaje que aún estoy intentando definir, me salen términos como escandaloso, sideral, inolvidable… sin duda, la mejor degustación micológica de mi vida.
No es fácil en menús degustación de un producto ser capaz de tener una gran diversificación. Pongamos como ejemplo unas jornadas del atún, o del cerdo ibérico, en las que en 14, 15 o 16 pases no se repita una parte de la materia prima, o una cocción concreta. Hay que pensar mucho, trabajar más y seguramente equivocarse varias veces ensayando hasta llegar al resultado satisfactorio. Y las propuestas de Elena en los platos y de Diego en las copas, además de un resultado más que safisfactorio, llevaban gran reflexión, estaban tremendamente trabajadas y perfectamente ejecutadas, desde el primer aperitivo hasta el último postre.
Y, claro, esto crea un problema, porque en la búsqueda del nivel superior y de vivir un pasito de experiencia gastronómica vinculada a la micología, ¿dónde voy a ir ahora que pueda superar lo de La Lobita? ¿Existe un nivel superior? ¿Se le puede sacar más partido a la cocina de las setas? No soy capaz de imaginarlo, a no ser que piense en el próximo escalón que ellos mismos sean capaces de dar (y seguro que lo son, y que lo harán) para superarse a sí mismos.
Enhorabuena y gracias a estos luchadores y a todos los que en sus pueblos y pequeñas ciudades son capaces de hacer destino para que esa España profunda no siga siendo vaciada.