Toyi Marcos Sosa

Desde mi ventana

Toyi Marcos Sosa


¡Vaya cabreo que pescó…

25/06/2023

…el tal Trias que ya se veía alcalde de Barcelona! Lo que ha quedado claro es que toda política bellaca con sus cabreos, deja más transparencia sobre el reparto de los bienes del Estado para unos pocos, que cuentas claras. La política es la ciencia, contando con que lo sea, de ganar unas oposiciones rentables. ¡Hay que ver a lo que se llega! En tanto, la mayoría de ciudadanos que tiene en su mano un voto próximo, se pregunta: ¿a quién se lo doy, si luego  a base de amaños va a parar al que jamás se lo daría?  Es penoso ver hasta qué punto llegan a arrastrarse algunos políticos y ya saben, no hay peor venganza que la del perdedor. Pero llega el trepa que a base de frases a medias tintas, sonrisitas y palmaditas se «clavan un puñal por la espalda». Mentir ya es moneda de curso legal. Pensaran que el pueblo es tonto de remate, pero de eso a que todo ha sido un sueño o por bondad hay mucha diferencia. Las piedras de molino no encajan para los que  llevan viendo una  molienda de tantas trampas donde los costales de harina blanca van a parar a las mismas tahonas elitistas conviniendo para el resto cascarilla en sacos rotos.     
La fe nace de la duda; así solo queda la fe de abrir bien los ojos. Contaba el napolitano Luciano de Crescenzo este ejemplo: supongamos que hay elecciones y pienso votar por el partido comunista que es sin duda en el que creo pero antes, llamo al compañero secretario y le digo: «Quisiera votar por vosotros, pero tengo miedo de que una vez que lleguéis al gobierno os volváis antidemocráticos». «¿Qué bobadas dices!», contestaría. «Sí, de acuerdo. Sois democráticos, pero ahora que estáis en la oposición. Yo qué sé si una vez que estéis en el poder no vais a cambiar de idea. También el estudiante Robespierre presentó una tesis de doctorado contra la pena de muerte y luego, ya sabes lo que hizo». Desmoralizante: Si creen en la necesidad de mejorar la vida de sus conciudadanos, sentirán el SER, pero si las urnas fallan, entonces veremos que todo era apariencia pues les atrae mucho más el APARECER que el SER. Y eso ocurre, cuando los extremos y excesos desmedidos van a muerte por colocar un  pié dentro.