El emplazamiento de la estación de ferrocarril en nuestra ciudad es un tema recurrente. Se ha descrito a Palencia como una ciudad entre dos líneas: el ferrocarril a un lado y el río, al otro. Con la expansión de la ciudad sobrepasando ambas líneas, se viene hablando de la «necesidad» de eliminarlas. Desviar o soterrar el río parece tarea en extremo difícil y, por el momento, los políticos no lo mencionan. El ferrocarril parece «fácil» desviar o soterrar y en ello se manifiestan los representantes municipales del partido socialista. El proceso es muy caro, pero, según dicen, el dinero no será problema pues tienen la seguridad de obtenerlo, aunque nadie ha explicado de qué modo. Los defensores del proyecto no escatiman halagos a los inmensos beneficios que el soterramiento del ferrocarril aportará a la ciudad. Acumulan hipérboles que más parecen imágenes soñadas que, poco o nada, se acercan a la realidad. Palencia ha crecido lentamente y, por lógica, lo ha hecho salvando ambas líneas que delimitan el núcleo urbano sin que se hayan planteado mayores dificultades gracias a la existencia de puentes, pasarelas y accesos abundantes que facilitan la comunicación. El soterramiento de las vías liberará un amplísimo espacio de gran valor económico para la edificación de inmuebles. El problema que los entusiastas defensores del soterramiento no mencionan es la ubicación que tendrá la futura estación. Se ha hablado de trasladarla a Magaz o a Villalobón .Esto conlleva importantes problemas a toda la población palentina del mismo modo que se producen en localidades como Burgos o Segovia. Las autoridades municipales de estas dos ciudades han reconocido el gran error cometido con la ubicación de la estación de ferrocarril tan lejos del núcleo urbano. El gasto en medios de transporte hasta y desde la nueva estación no es desdeñable, al que debe sumarse el tiempo empleado y las molestias correspondientes. Y estos hechos afectan a todos los ciudadanos sin excepción, por lo que la información aportada deberá ser completa. La adopción de tan importante resolución debería someterse al criterio de los ciudadanos de Palencia.