Jose Luis Ibarlucea

Jose Luis Ibarlucea


Salpicados

14/07/2023

Salpicados por unas nuevas elecciones, las agencias de colocación que son los partidos políticos tienen una actividad frenética, pues las listas de los candidatos exigen 'méritos', además de purgas y codazos. En este escenario se me ocurre una pregunta intempestiva: ¿Cuántos de estos postulantes, han cotizado 10 ó 15 años a la Seguridad Social por trabajos realizados al margen de la política? Porque una de las consecuencias de que lleguen al poder es que exilian a la parte mejor preparada de su generación (véase el paro juvenil), a la vez que crean una deuda impagable porque no hay gente preparada que cree riqueza. Tampoco tienen la vista puesta en la solución de los problemas del ciudadano normal, mas que una vida de esforzados les interesa la vida del 'Tito Berni'. Son cazadores de un sueldo público sin contrapartida y sin responsabilidad por su gestión. Se busca la debilidad del votante o del que tiene más posibilidad de ser votado y se intenta inocular el veneno del rebaño. A los ciudadanos convertidos en masa se los desprecia y se los intenta manipular como si fueran borregos. No hay respeto. La mentira, el marketing y el transformismo político son el santo y seña de este escenario. Pero cuando la verdad desaparece de la sociedad los fundamentos de la convivencia se esfuman y sólo queda la autoafirmación del gobernante ejerciendo el poder de forma inmoral: Falcon, dando dádivas... Impone su voluntad aleatoria a la vez que desprecia las normas de la vida ordinaria que hacen posible la vida en común. Estas normas son la esencia de las relaciones políticas reguladas por la razón porque con ellas se protege la dignidad y la libertad de los ciudadanos. Su menosprecio en favor del narcisismo y de un mundo astillado de la realidad es una locura, todo apunta a un gobierno del pueblo sin partidos y a un caudillo. La oposición adormecida al calor del establo procura no incomodar. Arrincona a Cayetana Álvarez de Toledo y encumbra a los que todavía no se han enterado del cambio cultural y de que los independentistas están a punto de dar el salto del pueblo lingüístico al pueblo biológico. En fin, todos salpicados por un escenario significativo y unos actores insignificantes.