El Azar alerta de los menores que son jugadores habituales

César Ceinos
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Esta asociación da charlas desde enero a alumnos del tercer curso de la ESO, cuando antes lo hacía en niveles superiores

Las charlas se llevan a cabo en colegios concertados e institutos de capital y provincia - Foto: DP

El caso de un adolescente capitalino de 15 años que jugaba a la ruleta encendió todas las alarmas en la Asociación Palentina de Jugadores en Recuperación El Azar, que decidió modificar su campaña de concienciación y sensibilización contra el juego entre menores de edad en centros escolares. Begoña Pérez, psicologa de la entidad, empezó en enero a impartir charlas en colegios concertados e institutos a alumnos de tercer curso de EducaciónSecundaria Obligatoria (ESO) cuando en los años anteriores lo hacía en niveles superiores.

La sorpresa llegó cuando pudo comprobar de primera mano que no solo hay un quinceañero en la provincia familiarizado con el juego. Los datos realmente son preocupantes. Explica que hay unos ocho o nueve por cada ponencia de prevención que ha impartido en los últimos meses a estudiantes de tercero de ESO. Y calcula que ha dado en torno a una veintena de charlas. «Hay chavales menores de 16 años que ya conocen los juegos de azar», lamenta la psicóloga de El Azar antes de explicar que, por norma general, los alumnos que levantaron la mano ante la pregunta ¿conocéis los juegos de azar y habéis apostado? «no empezaron a hacerlo ayer». «Si te lo cuentan es que lo llevan con naturalidad y están utilizando las apuestas como un entretenimiento, que es realmente el riesgo porque al final se convierte  en una enfermedad y una adicción», añade. La prevalencia es superior en hombres, pero Pérez explica que este problema también se da entre las mujeres. Probablemente uno de los factores que expliquen este comportamiento sean las apuestas deportivas y que los varones «con la idea de que conocen el fútbol, el baloncesto o el tenis» empiecen antes. Además, recuerda que los ludópatas cada vez empiezan a jugar más jóvenes.

La psicóloga de El Azar manifiesta que las salas de juego de Palencia, en líneas generales, son bastante respetuosas con lo que marca la ley. El problema que están detectando en la asociación son las nuevas máquinas tragaperras de tipo Manhattan, que ofrecen al usuario diferentes juegos electrónicos, entre ellos la ruleta, el póker o el bingo. «Son mucho más modernas y atraen mucho más», alerta Pérez. Están colocadas en infinidad de establecimientos hosteleros (de hecho han ido sustituyendo poco a poco a las máquinas con rodillos) y muchos menores acaban echando dinero «porque no todos los camareros pueden estar pendientes de la máquina o si los que juegan son mayores de edad o no». «Los jóvenes que entran en estos bares a la salida del instituto a por el bocadillo o por la tarde y, de paso, juegan. Ese es el riesgo», lamenta. 

Por si fuera poco, manifiesta que, en la actualidad, «de poco sirve la autoprohibición de entrar a casinos o salas de juegos y jugar online». Asegura que la colocación de estas máquinas Manhattan en negocios donde no piden el documento nacional de identidad (DNI) a las personas que acceden al local -como es el caso de los bares- provoca que «haya un pequeño casino o sala de juegos» en cada uno de ellos.

Otra cuestión que inquieta a la asociación es el juego a través de páginas web. En este caso, es necesario registrarse para acceder, pero desde El Azar explican que es fácil que un menor de edad utilice los datos personales de otra persona mayor de 18 años (por ejemplo, uno de sus padres) para apostar por Internet e, incluso, usar su tarjeta de crédito. «A veces entran a jugar varias personas con la cuenta de un jugador que no está autobloqueado.El jugador es muy hábil y tiene muchas estrategias para jugar», añade.

Por último, Pérez, que lamenta que el juego online «esté llegando a cualquier lugar e incluso a menores», recuerda que las apuestas provocan problemas de salud mental, de ansiedad, de depresión y, en casos extremos, hasta pueden conducir al suicidio.