Javier San Segundo

Ajo, guindilla... y limón

Javier San Segundo


¡¡¡Ya!!!

21/11/2020

Hoy, nos vemos obligados a luchar contra una palabra horrible. Esa palabra tan fea, tan asquerosa como es la palabra injusticia.
Esa palabra que nos ha quitado la sonrisa. Las mascarillas esconden la desolación, la desesperación, la ruina.
Y la injusticia aquí nos la han impuesto, además, en dos puñaladas al riñón, que pueden ser de muerte.
Y voy a hablar desde los datos. DESDE UN PUNTO DE VISTA TOTALMENTE OBJETIVO que no depende de opiniones. Los datos son los datos.
- LA PRIMERA. ¿Cómo es posible que a un sector donde los contagios suponen el 3% del total se le cierre? ¿Y no solo se le cierre, sino que además se le demonice?
¿Cómo es posible que a un sector que está trabajando de una manera totalmente ejemplar, responsable, profesional y donde los datos de contagio son ínfimos se le aboque a la ruina obligándole a bajar la persiana arrastrando consigo a todas las actividades que conforman esa larguísima cadena?
Distribuidores, repartidores, comerciales, productores, técnicos, músicos, empresas de eventos, personal de limpieza… Y detrás va el consumo, el comercio, el automóvil, las fábricas… y tantos y tantos otros…
TODA LA SOCIEDAD ESTÁ EN EL MISMO BARCO.
- LA SEGUNDA. La que viene a dar la puntilla de una manera vergonzosa.
Ante un cierre obligado por decreto… obligado!!!… surge, para el Estado una doble obligatoriedad: - la PRIMERA la de dotar INMEDIATAMENTE ayudas y medidas que compensen la situación. INMEDIATAMENTE !!!! Los recibos siguen llegando, y los ahorros se van acabando... La situación ahoga.
- Y la SEGUNDA… si a un negocio no SE LE PERMITE TENER INGRESOS… CÓMO SE LE PUEDE SEGUIR COBRANDO impuestos, seguros sociales, autónomos…
ES UN ASESINATO EN PRIMER GRADO. POR ELLO EXIGIMOS LA INMEDIATEZ DE LAS MEDIDAS QUE SE HAN SOLICITADO.
Porque el tiempo va pasando, y cada día que termina aumenta la probabilidad de que alguna familia no tenga un plato que llevar a la mesa a sus hijos. De que alguna familia tenga que pasar el invierno sin calefacción. Es una familia que puede perder su hogar, perderlo todo. Es una familia a la que le han destruido por completo la ilusión.
Acaso nos merecemos una INJUSTICIA tan atroz, tan inhumana, y repito, CON LOS DATOS EN LA MANO…  ¿TAN SIN SENTIDO, TAN INJUSTIFICADA, TAN ARBITRARIA? Y TAN DESACERTADA ? ¡¡¡No nos van a quitar las ganas y la ilusión !!!