Dionisio Lamas Muñoz

Tribunal Libre

Dionisio Lamas Muñoz


Valores: la prudencia

29/08/2022

Impide actitudes taciturnas e impulsivas, las cuales sin esa virtud conducen al fracaso del hombre y de la mujer en las acciones que emprenden, por ello, desde ella se mensuran los tiempos y los espacios psíquicos, se miden las fuerzas y se eluden los peligros y acaso la muerte.
Desde la prudencia se previenen los riesgos y se cuantifican sus consecuencias, induce la prudencia a la meditación antes de tomar partida por aconteceres inciertos. Ella requiere del ser humano actos responsables, coherentes y leales sin escenas histriónicas, y evitando confrontaciones ante la toma de decisiones audaces y necesarias, y analizando las reseñas del compromiso que no entrañen malas venturas.
Tal valor, cual es la prudencia, es la que guió las sabias decisiones, que presididas por los reyes, dieron el triunfo a sus reinos, tanto en las artes y las ciencias, como en las contiendas.
La virtud de la prudencia rehúye los actos violentos, impide la injusticia y hace que se impartan resoluciones justas y prudentes en cualquier lugar y momento, haciendo valida la frase del emperador romano Trajano en todos los tiempos, cuando decía: «Prefiero que un delincuente quede impune, antes que un inocente sea juzgado».
Desde la prudencia se repelen y se sancionan las injurias, las cuales nacen de la vindicta y del resentimiento; se atemperan las críticas extemporáneas, o los juicios temerarios.
La prudencia es una especie de eugenesia, mediante la cual los pueblos y las naciones ponen sus esperanzas en el progreso, mejorando cuantos aspectos atañen a la vida familiar y social en el contexto de una civilización. Y en esa virtud han crecido quienes cultivan la historia, la filosofía y la teología en un sincretismo intelectual y político capaz de regenerar a las generaciones perdidas, tales intelectuales han ejercitado sus facultades con plena libertad, sin la congoja de las influencias ideológicas.