Juanma Terceño

El hecho gastronómico

Juanma Terceño


Mujeres y gastronomía

10/03/2021

Buscando la manera de rendir respeto a las mujeres con motivo del 8-M, no sabía exactamente qué comunicar, y llevo unos días leyendo y documentándome, hasta que he encontrado la figura histórica de Eugénie Brazier, la primera mujer que consiguió 3 estrellas Michelín, en 1933, y además en dos restaurantes, uno en Lyon y otro en Col de la Luére á Pollionnay, en la región del Ródano-Alpes.
Eugénie nació en 1895, y no debió tener una infancia fácil; descendía de una familia de campesinos, y su madre falleció cuando contaba 10 años, con lo que se tuvo que dedicar desde bien pronto a trabajar como ganadera. Posteriormente entra  como nodriza en casa de una familia adinerada, pasando a trabajar en la cocina cuando la cocinera de la casa enferma, y encontrando su vocación.
Con 20 años, tras la I Guerra Mundial, comienza a trabajar ya como cocinera en un restaurante de Lyon, y en abril de 1921 abre su propio restaurante, que pronto comienza a coger impulso y fama gracias entre otras cosas a las buenas reseñas del conocido como Príncipe de los Gastrónomos, el escritor, periodista y crítico gastronómico Maurice-Edmond Sailland, más conocido por el seudónimo Curnonsky. En aquella época muchos restaurantes de la zona estaban regidos por mujeres, a las que cariñosamente se las llamaba «méres» (mamás).
Cabe destacar de su biografía dos detalles; el primero, que en 1943 se centra en el restaurante de Pollionnay, dejando el de Lyon a la gestión de su hijo Gastón, y que en 1946 recibe como pupilo a un joven de 20 años, quizás les suene… su nombre es Paul Bocusse. 
Eugénie fallece a los 81 años, y en Lyon una de las calles principales, junto al Ayuntamiento, lleva su nombre.
Así que felicidades a todas las mujeres que han obtenido reconocimiento a su labor, tan a menudo silenciosa y con tanta frecuencia silenciada, y enhorabuena a todas, estén consiguiendo menciones o no,  por el esfuerzo permanente en el pasado, presente y futuro, pilar de nuestra sociedad. Y, desde este espacio El Hecho Gastronómico, doy un aplauso muy especial a las mujeres de la gastronomía en todos su ámbitos, y a las mujeres de mi vida: Mamen, Puri, Natalia, Irene, Lidia y Ainara (compañera, madre, hermana y sobrinas       respectivamente).