Fernando Martín Aduriz

Dirección única

Fernando Martín Aduriz


Insomnio

23/07/2020

Dámaso Alonso finaliza así su poema Insomnio: ¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día, las tristes azucenas letales de tus noches? En el insomnio psicológico se observa la presencia del acto de vigilar, del ocuparse del mundo exterior y sus cuitas, y la ausencia del leer los propios sueños, bien por temor o pánico, bien por esa omnipresencia de las vicisitudes del vivir diurno y sus problemas, transportados ahora a la noche.
Distinguimos entre no conciliar el sueño al principio de la noche, despertar abruptamente a mitad de la noche y no poder volver a dormir, o bien despertar anticipadamente en un insomnio terminal. Los tres insomnios son diferentes y requieren estudio aparte. 
El sujeto insomne de largo recorrido lleva en su interior toda una vida de mal dormir, en ocasiones por acontecimientos traumáticos puntuales, ignotos para el propio sujeto (recuerdo un relato de una insomne que supo descubrir el momento concreto en que había comenzado su pertinaz insomnio, coincidiendo con una tragedia familiar que hizo que la despertaran repentinamente). Desde luego más allá de las ondas y fases del sueño, el inconsciente trabaja incansable día y noche, no para. 
Quienes duermen poco y no les importa dado que no les impide funcionar, se diferencian, pues, del sujeto insomne que deseando no serlo, entabla una lucha por averiguar la causa de ese su tormento, por descubrir la causa por la que nació. Ese debate interno es muy productivo, y conduce a los mejores puertos, mientras que el recurso a la droga o al fármaco para dormir lleva al puerto de la dependencia infinita e inacabable. Algunos ya tienen asumida esa dependencia, y lo que es peor, algunos narran cómo ni con esas armas químicas vencen a su insomnio. 
Hay que hacerles ver que ese insomnio es el suyo, son sus auténticos propietarios. Un síntoma con una lógica aplastante que bebe de su historia subjetiva, y por ende, descifrable. 
Lo que siempre es motivo de intriga es por qué elegir el síntoma-insomnio, que resulta tan molesto, y tan dañino para la salud. 
Está en la mano de cada atreverse a desvelar las letales azucenas de la noche.