Qué nerviosos nos pone intentar reservar mesa en un restaurante muy demandado, ¿verdad?
Por otro lado, qué mal nos organizamos los planes de fin de semana, y entre que nos decidimos y no, intentamos reservar a última hora, de forma que nos encontramos que donde queremos ir está lleno y toca buscar alternativa.
Para por si acaso, a veces nos dejan el premio de consolación de apuntarnos a la odiosa lista de espera; mal asunto siempre. Ya sea ese restaurante al que queremos acudir en los próximos días, el restaurante al que deseamos ir sí o sí sin importar la fecha, u otra opción, no nos fiamos de las listas de espera y buscamos otras opciones.
Y, dentro de los restaurantes más deseados, en España tenemos muchos en los que no vale en absoluto aquello de intentar ir sin reserva ‘a ver si hay sitio’… 
Algunos de los más deseados de España pertenecen al Olimpo de los mejores restaurantes del mundo, como El Celler de Can Roca, que abre reservas el día 1 de cada mes a las 0:00 horas… para ir dentro de 11 meses. Muy difícil es conseguir mesa en el País Vasco en el Asador Etxebarri, considerado mejor asador del mundo; Lasarte del chef español más estrellado Martín Berasategui o Arzak; en los madrileños Diverxo o Dstage, así como para ir a Disfrutar o Estimar en Barcelona, entre otros muchos.
También tenemos que considerar que si queremos ir a los restaurantes de moda de las grandes ciudades, mejor hagamos la reserva con la mayor antelación, especialmente si queremos visitarlos en fin de semana. Si nos importa más lo gastronómico que el ‘dejarnos ver’ o el ambiente, mejor acudir un día de diario, pues a priori se supone que estaremos más cómodos y menos aglomerados (aunque esto no sea cierto en la práctica muchas veces, pues quienes llenan todos los servicios no distinguen un martes de un sábado, evidentemente).
El no tener sitio en ese restaurante al que queremos ir nos duele especialmente en vacaciones, así que si realmente tenemos ganas de visitarlo, mejor intentar hacer la reserva justo después de haber hecho la del alojamiento para evitar sorpresas, como les habrá pasado a algunos seguramente este verano en las costas cántabra, gaditana o levantina, donde hemos acudido en masa los españoles los pasados meses estivales.