Fernando Martín Aduriz

Dirección única

Fernando Martín Aduriz


Cuerpo fragmentado

03/12/2020

A veces se olvida que nacemos con un organismo, siendo posteriormente cuando el niño va construyéndose un cuerpo. Para lo cual va a precisar de entrar en el mundo del lenguaje, con la ventaja de tener un «yo» imaginario, desventaja de portar (no de ser) un cuerpo, al atravesar ese decisivo acto para su vida que es el instante en que se reconoce en un espejo, unificando y asumiendo esa imagen corporal. Lo asume con júbilo, lo cual no es baladí.
Esa boda entre el organismo con el que se nace, y el lenguaje simbólico hace nacer esa criatura llamada cuerpo que ya lo acompañará como un doble. De esa organización va a depender el cuidado de sí, su agresividad, un estilo inconfundible, la psicomotricidad, y lo más trascendental, la salida del cuerpo fragmentado, patente en esas estructuras psicológicas más patológicas en que el cuerpo está siempre a punto de estallar,  o en esa división que acontece en los fenómenos de conversión, también en las imaginaciones hipocondriacas, en las despersonalizaciones y en los fenómenos psicosomáticos más    graves. 
Ese diálogo subjetivo con nuestro cuerpo, merece ser considerado como uno de los diálogos más fascinantes. Ejemplar conversación íntima cuando destila ironía y sentido del humor, lo que permite reírse del cuerpo, incluso reírse hasta de su sombra. Menos ejemplar cuando se adora la imagen del cuerpo que se cree tener. Y muy preocupante cuando se lo trata mal, cuando no se lo cuida lo suficiente, cuando se lo culpa de todos los males inimaginables, como si el pobre cuerpo tuviera responsabilidad propia.
Lo que descubrieron Preyer, Wallon, Baldwin y Lacan, es que el bebé se rodea de un Kakon originario, recuerdo caótico que lo acompañará siempre. De ahí el temor reverencial a cualquier visión de un trozo del cuerpo separado de esa unidad corporal, el horror al despedazamiento, al desmembramiento, a esas imagos del cuerpo                  fragmentado.
La genialidad la puso Jacques Lacan: «Hay que hojear un álbum que reproduzca el conjunto y los detalles de la obra de Jeró?nimo Bosco para reconocer en ellos el atlas de todas esas ima?genes agresivas que atormentan a los hombres».