Por fin Javi Sanse lanzó el proyecto de la idea en que ha estado trabajando los últimos años, Palencia Brava, un concurso internacional para ensalzar una de las reinas de las tapas. Y hoy quiero darle efusivamente las gracias.
Y quiero darle las gracias por su valentía de quedarse en Palencia, por la diversidad de proyectos que está desarrollando, y con ellos el efecto llamada a un turismo de calidad, el que atrae la gastronomía, y la simpatía con que transmite, quienes le conocemos ya sabemos bien que «todo es poco para vosotros».
Aparte de admiración y mucho cariño, Javi me proyecta cierta envidia sana, ya que yo salí de Palencia a buscarme el futuro con 23 años. He conocido algunas oportunidades que ha tenido y lo cerca que ha estado de trasladarse a Madrid, donde también emprendió, y los costes personales que tuvo la decisión final de no hacerlo, por lo que le doy aún más valor. Javi, gracias y muchos éxitos.
En cuanto al concurso, espero que los bares y restaurantes palentinos se vuelquen y le den contenido a la idea, aprovechar las rutas de tapas en la provincia vinculadas a las Patatas Bravas para la difusión y desarrollo de las patatas de La Ojeda, Valdivia y Boedo, y por supuesto de la oferta hostelera, educando con este efecto llamada en la riqueza del recetario tradicional con esta materia prima como protagonista.
A mí personalmente me ronda por la cabeza desde que me contó Sanse que lanzaba el proyecto de hacer unas Bravas a la Importancia. ¿Puede haber una receta más palentina para unas patatas?