¿Son ustedes más de Roscón de Reyes, o de Panettone? Ya casi podemos hacernos la pregunta al estilo de la mítica «A quién quieres más, ¿a mamá o a papá?». Lo cierto es que el pan de pascua de origen milanés se ha cotidianizado en nuestras vidas en estas fechas navideñas, y que el roscón ha mostrado una extraordinaria resistencia, con lo que en la práctica hemos aumentado el consumo de estos artículos en los hogares.
Quizá quienes más hayan sufrido el auge de uno y la consolidación y mejora de calidad del otro hayan sido otros dulces típicos navideños, como los turrones, polvorones, mazapanes y, sobre todo, las peladillas, que cada vez ponemos menos o en menor proporción en esas eternas bandejas que vamos desplazando de la mesa al aparador durante estas dos o tres semanas.
Quiero poner como ejemplo de reacción ante el invasor a los productores de roscones, ya sean las panaderías, pastelerías o reposterías. Su auge cualitativo y mediático en los últimos años ha sido tremendo, y en nuestras conversaciones cotidianas se ha normalizado la búsqueda de aquellos roscones artesanos, de los mejores, a pesar por supuesto de la amplia oferta de producto industrial y mediocre. Hoy reservamos o encargamos el roscón con antelación, hacemos colas en los establecimientos señalados para comprarlo o nos desplazamos para adquirir el que se considera el mejor que tenemos disponible en nuestro entorno, y anticipamos su consumo unos cuantos días antes del día de hoy, cuando es tradicional disfrutarlo.
En el caso del panettone, su prestigio ha venido creciendo en nuestro país de la mano de grandes chefs o pasteleros que se han sumado a elaborar piezas artesanas en pequeñas producciones, pero sí veo un mayor consumo del producto industrial y menos cualitativo. 
Si hablamos de precios, observo una mayor especulación en panettone que en roscón, especialmente en el caso de las piezas más elitistas, aunque las diferencias entre los más asequibles y los más costosos son extraordinarias en ambos casos.
En casa, como somos de los que queremos igual a mamá que a papá, solemos consumir panettone más cercano a la navidad y roscón tras el año nuevo, lo de la moderación y la dieta no suelen ser propósitos de nuevo año para nosotros…