Dionisio Lamas Muñoz

Tribunal Libre

Dionisio Lamas Muñoz


Coherencia

11/01/2021

Tomar conciencia del modo de vivir, de lo que se dice y de lo que se hace en cada momento, es ser consecuente con la formación recibida y la filosofía adoptada como forma de ser y de actuar ante la colectividad en la que se vive.
Ser consecuentes con unos principios éticos e ideológicos, los cuales en su fin último definen la integridad o rectitud de una persona y sus actos, en su afán de favorecer a la sociedad, imprimen el carácter humanístico de cada ser humano, y a la vez su honradez personal.
Ser coherentes, forma parte de la esencia humana y de su probidad en el acaecer de su existencia en cada instante social, político o religioso ante los demás.
La coherencia impide el proceder deshonesto de la persona con el mundo que le rodea, la deshonestidad le conduce a su defenestración, a vivir de su propia misantropía, sin embargo la coherencia dignifica cada acto del hombre y de la mujer, y cada uno de sus principios morales o éticos frente a sus semejantes en el contexto psicológico y antropológico en el que se desenvuelve socialmente.
Cuando la persona humana aplica a su vida la indefinición política o religiosa y es capaz de llevar una conducta perversa construida sobre el engaño a sus semejantes, comprometiendo la pacífica convivencia y creando conflictos insociables desde la ocurrencia permanente, cae en el inframundo de su pobreza ideológica, resaltando la torpeza de su infra-cultura al pretender confundir a la sociedad imponiendo las quimeras de las minorías fuera del contexto nacional e internacional en el que se habita.
Ser coherentes hace adoptar una posición de vida y un estilo de pensamiento inquebrantables, los cuales implican renunciar a los bienes materiales y económicos de los entes en los que no se cree, y cuyas formas de gobierno no se aceptan ni se comparten, lo contrario es un fraude a quienes representa y al Estado de quien recibe sustento.