Jesús Mateo Pinilla

Para bien y para mal

Jesús Mateo Pinilla


Un alcalde con cintura

05/01/2021

En Arroyo de la Encomienda, cercanísimo pueblo a Valladolid, lugar donde vivo desde que me casé, hay un alcalde especial. Delgado, bien plantao, con pinta de torero banderillero, de los que no se deja coger, y ya lo decía el Guerra: «hay que ser torero y parecerlo». Se llama Sarbelio Fernández. A mí se me da un aire a Juncal, el torero fino de las noches de los jueves en Televisión Española, un diestro que produce lo inusitado en el redondel, que lleva al toro al espacio que quiere, solo se ayuda de su inteligencia y de su cintura, carga la faena, echa su cuerpo sobre el toro, le quita espacio, le recoge tanto en el engaño que hace con el bicho lo que quiere.
El Ayuntamiento de Valladolid mantenía un acuerdo desde el alcalde León de la Riva por el que los Servicios de Bomberos de Arroyo se llevaban a cabo desde Valladolid, a través de un pacto con Diputación, abonando Arroyo el canon correspondiente, para no duplicar servicios, pero ahora entre Arroyo y Valladolid la solidaridad socialista no llega como en otros tiempos. Valladolid dejaría en breve sin bomberos al pueblo de Arroyo entre otros. 
Sarbelio ve al toro venir, habla con la Diputación de Valladolid y acuerdan que el servicio de bomberos provincial se preste desde Arroyo, en una de las naves que posee el pueblo, cumpliendo las condiciones de salida rápida y enlace a la colosal red de carreteras de la que ya se dispone.
El alcalde de Valladolid protesta ante el acuerdo. El morlaco ya no puede amochar, ni siquiera tirar tarascadas contra la Junta de Castilla y León, les llama desleales y protesta, como bravo con rehiletes… Pero en esta situación el pueblo de Arroyo contará con un nuevo servicio; el centro comercial Río Shopping ríe encantado por poder servirse de inmediato municipalmente para una respuesta rápida y contaremos con toda la riqueza económica añadida que eso otorgue a una villa bien de por sí bien equipada. 
El toro, que salió en lote, negro zaíno, amplio corniveleto, ha merecido una lidia de cintura torera, el lidiador se va a casa con las dos orejas y el rabo, que les ofrece a las peñas. 
¡Buena tarde Sarbelio, Maestro! ¡Vaya faena!