Este lunes se celebró el acto de entrega de los Soles Repsol, que este año han reconocido, como novedades, a 3 restaurantes con 3 Soles, 11 con 2 y 82 con 1. Según la guía, se otorga 1 Sol a «aquel restaurante al que estás pensando volver un montón de veces y recomendarías a un amigo», 2 Soles a «un sitio que sobresale por desarrollar un concepto en el que la cocina muestra la madurez, el potencial y la ambición para seguir evolucionando» y 3 Soles a los que son «el destino final del viaje, donde percibes nada más entrar que será una experiencia única». De esta manera, son 96 novedades para un total de 618 restaurantes distinguidos; 422 tienen 1, 154 tienen 2 y 42 tienen 3 Soles. Desde luego, esta cifra considero que se acerca más a la realidad gastronómica de nuestro país que las 252 estrellas Michelín que tenemos actualmente.
Y aquí sí tenemos representación palentina; mantienen sus 2 Soles La Estrella del Bajo Carrión en Villoldo y 1 la Hostería de Los Palmeros de Frómista, siendo novedad el Sol que recibe Roberto Terradillos en Terra, en nuestra capital. Me siento especialmente contento por este galardón; Roberto es seguramente el cocinero palentino con currículum más brillante, pues en su trayectoria profesional puede presumir de haber sido jefe de cocina en establecimientos en los que ha mantenido Estrella Michelín, como El Serbal en Santander o Tierra en el Hotel Valdepalacios de Toledo, además de haber trabajado en El Ermitaño de Benavente, El Celler de Can Roca, Akelarre, Nerua o el londinense The Fat Duck. Casi nada, suman 11 estrellas Michelín e incluso dos de ellos han sido reconocidos como mejor restaurante del mundo en algún momento.
Otras novedades de nuestra región son los burgaleses Cobo Estratos y La Fábrica, LAV en León, Muna en Ponferrada, ConSentido y En la Parra de Salamanca, todos ellos han obtenido su primer Sol. Con ellos, son 42 los galardones que acumula en total Castilla y León.
También me gustaría destacar los Soles obtenidos por 10 restaurantes que han abierto las puertas el año pasado, con todas las dificultades, retrasos y parones, como elemento motivador para toda la hostelería de nuestro país. Creo que merecen una muy especial enhorabuena por su tesón y valentía.