Juanma Terceño

El hecho gastronómico

Juanma Terceño


Alimentos relajantes

16/03/2022

En estos convulsos momentos que vivimos, ante una realidad que supera al guion más escabroso que hubiéramos podido imaginar, debemos relajarnos. 
Estamos más tensos, más enfadados, más deprimidos, más ansiosos, más individualistas, más desconfiados, más tristes… superados por los acontecimientos y entre escandalizados, decepcionados o en ocasiones escépticos, en un momento histórico en el que parece que «no salimos de Guatemala y nos metemos en Guatepeor»…
Así que aquí van los alimentos más recomendados para relajarnos, que falta nos hace:
Por su contenido en triptófano, el chocolate (negro y sin azúcar), el plátano, el pescado o la leche. El triptófano es un aminoácido que ayuda al organismo a producir melatonina y serotonina; la primera nos regula el ciclo del sueño y la segunda, además del sueño, el estado de ánimo, el apetito e incluso el dolor. Así, el triptófano le da a nuestro cerebro mensajes de relax y bienestar.
Por la lactucina, debemos comer lechuga. La lactucina tiene propiedades sedantes y tónicas, ayudando a templar los nervios y a dormir mejor, aunque no debemos consumirla poco antes de irnos a dormir, por su digestión complicada para muchas personas.
Por su contenido en magnesio, considerado el mineral antiestrés por excelencia, que es un relajante muscular, debemos consumir frutos secos con moderación, chocolate o regaliz, y de nuevo plátano.
Los en ocasiones controvertidos carbohidratos calman el sistema nervioso y producen sensación de paz. Las personas que llevan una dieta baja en carbohidratos complejos sufren de mayor índice de insomnio, nerviosismo y ansiedad. Así que cereales integrales y legumbres deben estar presentes en una dieta relajante.
Por supuesto las infusiones, con sus efectos relajantes, son un aliado para templar los nervios en muchas ocasiones. Valeriana, melisa, tila… no dejemos que se nos sequen demasiado en el armario que cada vez nos hacen más falta. Y su consumo nos ayuda a hidratarnos también.
Si aún así con la ingesta de estos alimentos no conseguimos calmarnos, y vamos por la vida más alterados que Jaskevicius en un tiempo muerto, necesitamos sin duda ayuda externa, que para eso tenemos a los psicólogos y psiquiatras, cada vez más necesarios en nuestra sociedad.

ARCHIVADO EN: Estrés, Guatemala