Fomentar los nacimientos de más niños sigue siendo una asignatura pendiente en España que, poco a poco, ve cómo envejece su población sin que exista un relevo generacional suficiente para sostener el Estado del Bienestar. Según los expertos, esta tendencia está perpetuándose a la baja desde 2016 y advierten de un duro «invierno demográfico» si no se logran revertir esos datos. Y es que el país ha vuelto a registrar cifras mínimas. Concretamente, 129.306 nacimientos entre enero y mayo de 2023, lo que supone un 2,3 % menos que en el mismo período del año pasado y la cifra más baja de los cinco primeros meses en los últimos siete años. Por otro lado, en el mismo período de 2023 fallecieron en España 225.133 personas. Hasta la ONU -adalid en fomentar y financiar todo tipo de políticas antinatalistas- es pesimista respecto a datos como éste y pronostica que el mundo vivirá «complicaciones poblacionales» en las próximas décadas, ya que prevé que en 2100 ocho de cada 10 personas vivirán en Asia y África, mientras que en Europa sólo residirá el 5,6 % de la población mundial. Sin embargo y a pesar de la contundencia que estos datos reflejan año tras año, parece ser que no es un problema urgente que deban afrontar nuestros políticos (salvo alguna excepción), empeñados en alcanzar el poder a toda costa aunque ello suponga instalarse en una deriva de mentiras, engaños y continuos «cambios de opinión» que además machaquen al adversario. Por eso nos tratan como 'ciudadanía' (eufemismo propio de políticas clientelares) y no como personas libres capaces de discernir y de no claudicar borreguilmente ante la verdad. Con la inestimable ayuda de la mayoría de los medios de comunicación, intentan convencernos que los auténticos problemas que tenemos -amnistía aparte- son la violencia machista (con la matraca del caso Rubiales) o el cambio climático (asustándonos a diario con la información meteorológica). Ya no puede ver uno ni los Deportes ni el Tiempo… Y aunque fuera cierto que en esos temas se estén alcanzando récords (algo que no sabremos nunca porque las estadísticas no se pueden remontar a los orígenes del hombre y del mundo), ¿de qué nos sirve si no tenemos un relevo generacional que pueda tan siquiera combatirlos? ¿Quién pagará las cotizaciones para que los políticos de hoy puedan cobrar sus jugosas pensiones del día de mañana? ¿Esa 'ciudadanía' que ya ni existirá?