Dionisio Lamas Muñoz

Tribunal Libre

Dionisio Lamas Muñoz


Políticas justas

06/10/2023

Nacen del pueblo ilustrado y culto, cuyos hombres y mujeres se han formado en el estudio y el trabajo, y saben del sacrificio en conseguir los sueños, y saben de la abnegación para llegar a cumplir cualquier propósito, por ello mismo, con gusto cumplen la imperiosa voluntad de los ciudadanos, pero sabiendo siempre lo que es realizable, o lo que es una pretensión surgida de la utopía, por lo tanto irrealizable, no por negacionismo sino por ser heteróclitas procedentes del sinsentido y de la ofuscación psicológica con ciertos rasgos de dipsomanía. 
Las políticas justas son el resultado de un servicio intachable a los ciudadanos y a las instituciones, precedidas de un respeto exquisito y atención desmesurada, cumpliendo sin dilaciones las soluciones a los menesteres requeridos. Por lo cual, tales políticas forman parte del utilitarismo positivista de las democracias ejemplares existentes en el mundo y basadas en los tres principios de Solón, uno de los padres de la democracia ateniense. Por lo que son políticas justificadas en la acción de servicio al pueblo, en su más alto grado de cumplimiento y satisfacción. 
Las políticas justas promueven el desarrollo social y convivencial de las naciones y su crecimiento intelectual y económico junto a la expansión industrial, comercial y científica. Son las que escuchan las demandas de los ciudadanos, el sentir de la nación, y respetan a las mayorías y a las minorías, atienden las necesidades reales desde la experiencia vivida en tiempos de juventud o de carencias sufridas y desde el aprendizaje de éxitos o fracasos. Son políticas justas las que se adaptan a planes de gastos controlados sobre presupuestos analíticos y críticos, capaces de suprimir el gasto innecesario o superfluo e incrementar el gasto social en favor del bienestar de todos los ciudadanos, apoyado en tres pilares: respeto, concordia e igualdad. 
Las políticas justas impulsan la cultura, la formación y el trabajo en su proporción más alta, y el esfuerzo de los gobernantes se cifra en alcanzar esos objetivos. Solo los hombres y mujeres que acrecientan en su bagaje la luz del conocimiento, pueden ofrecer a la sociedad el fulgor de una voluntad de servicio noble y honrada.

ARCHIVADO EN: Democracia