Ilia Galán

Ilia Galán


Iglesias abiertas

05/06/2023

Causa tristeza parar en un pueblo y ver el templo cerrado, sin posibilidad de visitarlo. En invierno es más comprensible, pero en el verano duele tener esos lugares sacros abandonados. Para el incrédulo o el tibio pues no puede contemplar los tesoros que durante siglos ahí se fueron labrando y acumulando, para gloria de Dios y del género humano; duele al creyente pues cada vez pareciera más solo el Santísimo y pocos van a orar al espacio sagrado, fuera de misas y otras ceremonias, también menguantes en asistentes, pues mengua la creencia y las gentes quedan agitadas en un mundo donde el sentido a menudo fue perdido. No ayudan mucho las noticias de clérigos indignos por los que el devoto ha de rezar también para que se enmienden y para que el sacerdote sea realmente digno de su ministerio.
Dios está en cada corazón, nos dicen las sagradas escrituras, pero hay espacios que ayudan a mirar dentro de sí. Cuando los fieles visitaban a Dios en la soledad maravillosa del templo, rezando tal vez un padrenuestro, meditando, pensando o llorando y consolándose, tal vez para pedir consejo, había alguien que estaba... Tampoco era habitual entonces el pillaje en lugares tan venerables; ahora el robo se ha extendido como conducta habitual en nuestras sociedades ya desde hace décadas, lejanos los tiempos en que dejaban en muchos pueblos abiertas las puertas. Ahora, no solo los hogares, también el sacrilegio parece fácil. La desidia, el abandono de ideales, la increencia han hecho de los malhechores seres más atrevidos que antaño. Por eso se cierran las iglesias muchas veces.
Pero la iglesia debería estar abierta para la plegaria, la meditación y para quien visitarla respetuosamente quiera, leyendo sus imágenes y la simbología de su arquitectura, bebiendo sus bellezas, que hablan de lo bueno, hermoso y verdadero y son proféticas sus figuras, catequesis amable, más que algunas predicaciones... 
Por eso me parece estupendo el plan de los 21 templos que con un convenio entre Diputación y Obispado quedarán abiertos con horarios más amplios este verano. El bien de nuestro patrimonio religioso, ofrenda para todos.

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