Es imparable y cuanto antes se haga será probablemente mucho mejor para todos. Europa comenzó con empeño creciente a cambiar los motores de combustión que queman petróleo en diversos modos para impulsar la producción y uso de vehículos eléctricos, algo que se nota mucho en las grandes capitales, por las prohibiciones que han surgido para los que se mueven con antiguos motores, que venenos expelen. Adiós a la contaminación de nuestras ciudades, más sana nuestra respiración y menos problemas porque se emite menos CO2, lo que contribuye al intento de parar el cambio climático y que un día tengamos que morir asados o congelados, en verano o en invierno, por los extremos a que nos lanzan los cambios.
Queda ahora ver -aunque queremos creer que está calculado y pensado- el gasto en baterías y la construcción de nuestros modelos, pues esto es grande gasto energético y de materiales, pero parece que ha de mejorar en muchos sentidos nuestras vidas urbanas.
Leo en estas páginas que la progresiva implantación en los servicios de Correos de una flota con cero emisiones ha logrado reducir tres toneladas y media de CO2, y solo son diez vehículos eléctricos los que hay por ahora disponibles. Bueno es que las instituciones den ejemplo con estos cambios, pues la producción masiva de estos coches y camiones hará que poco a poco se abaraten los costes y sean para todos más accesibles, así como que la inversión en estos nuevos modelos, silenciosos, limpios, permita mejorar sus prestaciones y el desarrollo de nuevas tecnologías cada vez más eficientes. Muchos particulares no pueden pagarse el cambio de vehículo sin ayudas especiales, así que bueno será comenzar por quienes disponen de plata para gastarse en mejoras que parecen necesarias. Ya era hora de que llegara esta transición. Desde que era niño he visto reportajes sobre zonas devastadas por la contaminación aérea, lluvias ácidas, destrucciones... También pude comprobar en México capital lo que ahora se ve en China, India y tantos países. Un sol invisible por la contaminación, picor en los ojos, pulmones pudriéndose días y meses. Ojalá nos libremos de estos males pronto en todas partes.