Fermín Bocos

CRÓNICA POLÍTICA

Fermín Bocos

Periodista y escritor. Analista político


Todo vale contra el PP

07/06/2023

Afortunadamente, en el último minuto se ha impuesto el sentido común y la delegación de diputados alemanes que tenía anunciada una visita a Doñana decidió abortar el viaje. Pretendían inspeccionar la situación de los cultivos de fresas en el entorno del Parque. Utilizo el término "abortar" porque ya estaban en España y habían sido recibidos en el ministerio que dirige Teresa Ribera cuando la Embajada alemana informó de la cancelación de la visita alegando que no era intención del Parlamento alemán interferir en las elecciones del 23 J.
¿Qué motivaba la expedición alemana? Simple y llanamente la tergiversación interesada del problema que plantea la escasez de agua en los campos que rodean Doñana, circunstancia que ha dado pie a la explotación de algunos acuíferos que viene operando en la zona de manera irregular. Un proyecto de ley aprobado por el Parlamento andaluz persigue la regularización de las parcelas agrarias de la zona que se encuentran en esa situación y se dedican al cultivo de la fresa. Ante esa situación una plataforma ecologista alemana (Compact) lleva algún tiempo promoviendo un boicot a la importación de frutos rojos procedentes de Huelva. Piden a los supermercados alemanes que no vendan fresas procedentes de España. La patronal de la fresa de Huelva ha denunciado esta campaña tildándola de insidiosa y dañina.
Precisan que es falso que se esté explotando el agua procedente de fuentes ilegales del Parque Nacional de Doñana porque en el parque no hay cultivos y las fincas más cercanas están a 35 kilómetros. Para los agricultores de Huelva -trabajo de más de cien mil personas que genera el 11,5 % del PIB de la provincia- , esta campaña está provocando un daño notable. Denuncian que tiene detrás intereses oscuros y lamentan que el Gobierno español no les esté defendiendo.
Lo cierto es que durante las pasadas elecciones locales Pedro Sánchez convirtió la situación de Doñana en uno de los mantras de su campaña atacando a la Junta de Andalucía. Al comprobar que los agricultores de la zona defendían el proyecto de regularización, Sánchez pasó de Doñana. Pero la tregua ha durado poco, los resultados de las elecciones de mayo, pesan. Pedro Sánchez y la vicepresidenta Ribera aprovechando que el Pisuerga pasaba por Berlín, han vuelto a la carga haciéndose eco de la campaña de boicot a las fresas de Huelva. La retirada de los parlamentarios alemanes les ha dejado con la fresa al aire. Pero la intención estaba clara: en campaña, todo vale contra el PP. Incluso al precio de dañar a los agricultores onubenses y a la vergüenza que entrañaba la visita de inspección de parlamentarios de otro país. Como si España fuera un protectorado alemán.