Ahora, pasado ya el tiempo de las elecciones locales y hechos los correspondiente recuentos de votos que han dado los escaños de nuestros municipios a unos u otros contrincantes políticos, viene a buen seguro el tiempo de mayor controversia política para otorgar el sillón municipal a uno u otro candidato, al albur de los respectivos pactos.
Ello pensando, claro está, en los lugares donde no se han producido mayorías y habrá que encontrar las alianzas correspondientes; que donde un grupo político obtuvo mayoría suficiente, las cosas pintan mucho mejor y están esperando el día ya marcado para jurar sus cargos y poner en marcha la corporación.
Y aquí, en estas conversaciones previas cara a estos pactos de gobierno, es donde deben de quedar bien claras y plasmadas por escrito, las aportaciones de unos y de otros cara a la formación de la coalición que regirá los destinos municipales para los próximos cuatro años.
Difícil tarea al respecto, habida cuenta de que para llegar al acuerdo final, cada una de las partes deberá perder algunas de sus propuestas a cambio de que la otra parte ofrezca las suyas y sean aceptadas todas como válidas por ambos lados.  Momento en el que  –¡oh lá lá!-, esa conjunción de ideas hará posible la puesta en marcha del gobierno municipal de turno.
Éste es el momento en el que precisamente nos encontramos ahora y que, sin duda, dejará perjudicados en el camino, porque dependiendo de estas negociaciones, lo acordado en cada uno de los lugares, aunque con la supervisión evidente de la plana mayor de mando de cada formación política, será lo que vaya a poder sacarse adelante y realizarse a lo largo del mandato.
Y ello siempre que las aguas no bajen revueltas en algún momento de la legislatura y el pacto se tambalee, con el consiguiente perjuicio para la ciudadanía que antes los votó, que verá cómo no podrán llevarse a cabo muchas de las realizaciones previstas.
Claro que a todo esto se ha unido recientemente ese adelanto de las elecciones generales para el 23 de julio, con sus correspondientes flecos en esas negociaciones más arriba citadas.