Me veo en el espejo, y la culpa o dicha la tiene el espacio de tiempo que ha pasado en el que ha habido turnos críticos, pero también, maravillosos. La vida de cada persona es única. Yo estoy satisfecha con la mía. Nada me sobra, pero tampoco nada me falta. Ahora, además de lo que integra la unidad de cada cual Binet y Bourliére, dice: «Arrugas y pérdida de masa corporal» ¡Si solo fuera eso! A las que hay que añadir todas las modificaciones morfológicas, fisiológicas y psicológicas que aparecen como consecuencia de la acción del tiempo en los seres vivos. Y a  todos esos elementos juntos, hay que sumar entre otros los sociales que solo un experto en gerontología sabe cómo se  interrelacionan para dar con el resultado sobre la manera que adoptan frente al envejecimiento. Existen definiciones distintas dependiendo del enfoque que se considere y sabemos, que cada persona cuenta con un  tiempo que es suyo;  un tiempo que acciona el reloj interno el cual permite, que nos diferenciemos de los demás. A los de esta época, todo nos llega de modo desigual pero si ponemos de nuestra parte, salvo excepciones, seremos los que determinemos el ritmo de nuestra supervivencia. Hay veces, que para mejor entender esta nueva etapa de nuestra vida, sería bueno un proceso de adaptación, es decir, un periodo de despedida con adiós definitivo a la etapa anterior. No estaría mal emplear un tiempo en eso. Es algo muy importante formarnos: mentalizarnos para ello. Porque no es algo que se nos aplica como si fuera un impuesto más a sufragar al Gobierno de turno, guste o no. No. Debemos saber que podemos convertirnos en  personas irritables o amables. O en mayores que notan una soledad que jamás habíamos sentido por el mero hecho de encontrar demasiadas palabras y muy pocas obras. Organiza tu vida. No seas triste ni aburrido/a o nadie te hará caso al ver en ti a alguien que no interesa y entonces, te sentirás peor. Y para que no creas ver en ti a un inútil, no  dejes que te manejen ni que otros hagan todo por ti. Mientras puedas y quieras, aprende a solucionar ciertos problemas. En el oleaje de la vida, es imposible nadar contracorriente.