Alguien se acuerda de que hace unos días se debatió en el Congreso una moción de censura, presentada por Vox, para encumbrar a Ramón Tamames a la Moncloa? Dudo que permanezca en la memoria de muchos ciudadanos. Parece que fue en el Pleistoceno, pero, oiga, ha trascurrido sólo una semana, sólo una. La verdad es que la perorata del genio ex comunista no pasará a la historia (hasta se le olvidó presentar su programa de gobierno y pedir elecciones anticipadas). Sin embargo, no creo que las intervenciones del candidato sean la únicas razones por las que nadie recuerde tan estrafalaria sesión. Vivimos a tal velocidad, pasan (o hacen que pasen) tantas cosas y tan seguidas que el ayer se borra de manera vertiginosa, como si jamás hubiera sucedido. Y, además, España se ha convertido, sobre todo con comicios a la vista, en una fábrica de polémicas y broncas. Las recientes tapan a las precedentes, que, a su vez, se cargaron a las anteriores; y así sucesivamente. Estábamos tratando de digerir lo de Tamames y sus abascales cuando Feijóo se planta en Bruselas, pone a parir la reforma española de las pensiones y apoya los cambios, por decreto-ley, de Macron que tienen soliviantados a los franceses y que son el origen de graves incidentes. Busquen, comparen y si encuentran algo mejor, pues eso. Por aquellas fechas, sin tiempo para respirar, vino lo de la peineta de Mañueco en plenas Cortes regionales. Otro follón al canto. Disculpas, acusaciones, yo no quise, se me escapó y una foto y un video para que cada cual juzgue y saque sus conclusiones. Repasen las imágenes y los gestos. Blanco y en botella. Y por si fuera poco, Feijóo, González Pons y Díaz-Ayuso, la nueva Manuela Malasaña, Juana de Arco o Agustina de Aragón, arremeten contra Pedro Sánchez por su presencia en la Cumbre Iberoamericana de Santo Domingo, en la que también estaba el Rey. Y lo hacen en un acto del PP con protestantes evangelistas madrileños en el que una telepredicadora soltó frases que ponen los pelos de punta. ¿Cuánto durará esta nueva bronca? Poco; ya viene otra en camino. Seguro.