Víctor Corcoba

Algo más que palabras

Víctor Corcoba


Plantar vida

30/05/2023

No olvidemos jamás, que vivir es lo más fructífero, si además nos desvivimos por hallarnos, habremos contribuido a sembrar el mejor soplo de un caminante: la certeza de un ser auténtico, con el saber estar en renovación permanente. Con razón se dice o se comenta, lo de transformarse o fenecer. El paseo por aquí abajo, dure lo que dure, nos insta a practicar el amor de amar amor en cada paso que demos. El secreto está en jugar limpio, en no creerse rey de nadie ni de nada.
 A mi juicio, hoy más que nunca, el momento nos exige reorientarnos, tomar aliento para encarar tanto las subidas como las bajadas; y hacerlo con una alimentación óptima favorece el optimismo en cualquier biografía humana. Comer por comer no sirve, a la larga nos deprime; sin embargo, avivando la alimentación saludable se salvan penetrantes genealogías, mediante la promoción de la salud y el bienestar. Al fin y al cabo, el sustento de las gentes va a depender en parte de su modo de nutrirse, corporal y espiritualmente. 
Naturalmente, nuestra gran asignatura pendiente radica en plantar vida y no en implantar muerte. Lo tenemos con el cultivo del tabaco. Sabemos que es perjudicial para nuestra salud, pues movilicemos a los gobiernos para que pongan fin a las subvenciones y destinen esos recursos ahorrados a programas de sustitución de cultivos, que ayuden a los agricultores a realizar la transición a otros productos verdaderamente nutricionales. Son estos pequeños sueños, sin duda, los que nos injertan esperanza, máxime en una época de inseguridad alimentaria y de tremendas desigualdades. 
El tránsito llegará cuando tenga que llegar, pero no lo adelantemos, los análogos estamos para contribuir a generar vida, sin llevarnos las ganancias. Antes de partir hay que compartir, como antes de vivir hay que dejar vivir, para poder remar mar adentro. Pienso en ciertas profesiones, por ejemplo, en un profesional sanitario entregado a los enfermos o en un maestro desvelado por sus alumnos, en tantas gentes dispuestas a donarse, que han aceptado el reto de dejar huella, concediendo tiempo e invirtiendo corazón en la obra vivida.