Juanma Terceño

El hecho gastronómico

Juanma Terceño


Comerse Croacia

10/05/2023

Mientras usted hojea hoy las páginas de este diario, estaré viajando a Croacia, donde se celebra este año el Concurso Mundial de Bruselas, ese gran concurso internacional de vinos al que todos los meses de mayo le dedico uno o dos artículos. Y este año nos trasladará a la ciudad de Pore, sita en la península de Istria.
Así que dispuestos estamos a trabajar, a conocer los vinos croatas y, por lo que veo en el programa de actividades, también sus aceites de oliva, y a disfrutar de su gastronomía. Una variada gastronomía con influencias mediterráneas de Italia, Grecia y España, especialmente en las zonas costeras, en contraste con la mayor aproximación a las tradiciones eslavas y húngaras o incluso turcas en las zonas de interior.
Así que seguro probaremos buenos embutidos como el Kulen, el más famoso de todos ellos, a quien le comparan con el chorizo, pero a mí se me asemeja un poco más al morcón; otros como el jamón ahumado de Dalmacia, quesos de oveja como los de Pag o de la mišina también llamados quesos de odre, otros de vaca como los de Prgica, que tienen una curiosa forma de cono, y espero tener suerte y poder degustar la famosa trufa blanca de Istria.
En cuanto a recetas y platos, la especialidad que más ganas tengo de probar, el Zagorski štrukli, es un hojaldre relleno de queso ricota y crema agria, que está declarado desde 2009 Bien Cultural Inmaterial de la República de Croacia y que se puede consumir dulce o salado, hervido u horneado. Otro hojaldre, en este caso de influencia musulmana, es el Burek, que en origen se rellenaba de cordero pero en la actualidad de queso. No nos faltarán en los buffets los guisos de carne, ya sean la Pasticada o el Sarma de cordero, u otros de pavo o pollo. Seguro que aprovecharemos el poco tiempo libre que nos deja la agenda para deleitarnos con varias tapas, y con unas ostras de Ston, de la región de Dubrovnik, o unas cigalas.
De vinos, a la vuelta del viaje les contaré, pero me ha llamado la atención enterarme del origen croata de la cereza marrasquino y, por tanto, del licor hecho con ellas. Toda la vida pensando que eran propias de la provincia de Zaragoza y del extremeño Valle del Jerte… habrá que hacer un brindis a la salud de maños y extremeños entonces. ¡Salud!