400 tractores contra la Agenda 2030, la PAC y los precios

Rubén Abad
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Los agricultores llegan a Palencia, sin incidentes más allá de las retenciones, en varias columnas por las principales carreteras. Un grupo de 150 personas corta la A-62 y A-67

400 tractores contra la Agenda 2030, la PAC y los precios - Foto: Óscar Navarro

Unos 400 tractores cercaron ayer la capital en una protesta espontánea de «agricultores libres» que se echaron a la calle a título particular para mostrar su más enérgico rechazo a la Agenda 2030, una Política Agraria Común (PAC) «cada vez más verde y burocrática» y unos precios «por las nubes» de insumos como el gasóleo o los nitratos para el campo.

La movilización comenzó temprano, con concentraciones en varios puntos de la geografía provincial desde donde se formaron las distintas columnas con destino a la capital a través de carreteras como las N-610 (Palencia-Benavente), N-611 (Palencia-Santander), CL-613 (Palencia-Sahagún), CL-615 (Palencia-Guardo) y CL-619 (Magaz de Pisuerga-Aranda de Duero). En paralelo, otra columna formada por 73 tractores circuló durante buena parte del día entre Aguilar de Campoo y el límite con Burgos por la N-627. Entre los grupos más numerosos destacaron los de Saldaña y Villarramiel, con más 70 tractores cada una, hasta sumar «entre 800 a 1.000 por toda la provincia», según datos de la organización.

Si bien la previsión inicial era no acceder al casco urbano de la capital, finalmente los vehículos agrícolas recorrieron varias arterias de la capital. En un primer momento, Policía Local, la Policía Nacional y Guardia Civil movilizó el flujo hacia la zona el polígono industrial, donde se embolsaron del orden de 140 en el recinto ferial.

Otros, en cambio, continuaron su marcha por la ciudad y se les pudo ver en lugares como la plaza de San Lázaro o las avenidas de Castilla, Brasilia, Andalucía o Cardenal Cisneros, por citar algunas de las más significativas. Lo hicieron «muy lentamente, sin incidencias y actitud de colaboración», destacó el subdelegado del Gobierno, Ángel Miguel.

Ya por la tarde, un numeroso grupo de agricultores se dirigió hacia la confluencia de las A-62 y A-67, interrumpiendo por espacio de aproximadamente una hora la circulación de importantes conexiones por carretera desde Palencia como Valladolid, Burgos, Santander y León. En total, fueron unos 150 los profesionales que secundaron esta protesta que acabó en sentada en medio de la vía «en solidaridad con los compañeros del resto de provincias, pues en todas se habían cortado carreteras», apuntó en declaraciones a Diario Palentino uno de los promotores de esta acción de protesta.

REIVINDICACIONES

Flexibilización en las exigencias medioambientales de la política verde de la PAC fue una de las reivindicaciones. Y es que, según explicaron desde la organización, «hace que nuestras producciones se vean reducidas y nos impone cultivos muchas veces inviables». «Nos hace estar más pendiente del ordenador, de la calculadora y de hacer papeles que de trabajar en el campo. Todos somos agricultores, sabemos lo que tenemos que hacer», sentenció.

En paralelo, reivindicaron un correcto etiquetado entre productos de terceros países y mismas exigencias respecto al uso de fitosanitarios y puesta en funcionamiento de las normas de la cadena alimentaria. En este sentido, cargaron contra los alimentos que entran en España desde terceros países «sin ningún tipo de control», frente a las férreas y estrictas inspecciones a las que se somete el producto nacional. «La población está comiendo veneno», advirtieron los convocantes, quienes lamentaron que trabajan «en desventaja» en cuanto al uso de algunos fitosanitarios, por  poner un ejemplo, no permitidos en la Unión Europea.

«La Agenda 2030 es totalmente contraria para la agricultura, la ganadería y la pesca. Es nefasta, no solo la tienen que modificar, sino retirar del todo», apuntaron los portavoces de una tractorada que se saldó sin incidentes significativos más allá de las típicas molestias puntuales para viandantes y conductores como atascos y o retenciones.  

Entre el resto de reivindicaciones destacaron las de rebajar la carga burocrática, bajar los impuestos sobre el gasóleo agrícola, la derogación de la Ley de Bienestar Animal, la regulación de la fauna salvaje (especialmente el lobo), menos impuestos y el compromiso de no reducir la rebaja de impuestos en el gasóleo agrícola. A mayores, los convocantes de la protesta se refirieron a los precios «por los suelos» a los que se les paga. «Para nosotros, producir un kilo de patatas es carísimo y solo se nos paga a doce céntimos. Luego se dispara en el supermercado», subrayó.

SANCIONES

En el marco de las marchas pacíficas, la Guardia Civil identificó y multó a varios agricultores y ganaderos que, según la información aportada por la Subdelegación del Gobierno, estaban dando vueltas de forma continua en una rotonda de la N-611, a la altura de Santillana de Campos, bloqueando el paso de los turismos. De hecho, se vieron retenciones en esa carretera de varios kilómetros. 

«Estaban circulando en todo momento. Esperemos que se lo piensen y no lleguen esas sanciones hacia unos compañeros que solo estaban reivindicando sus derechos», afirmaron desde la organización, en cuyo seno se insistió que «hemos salido a las calle para reivindicar nuestros derechos, no para llenar las arcas del Estado».

Más allá de este hecho puntual, los promotores de la protesta espontánea mostraron en todo momento una «actitud colaborativa», aseveraron desde la Subdelegación. Y es que, según apuntaron los profesionales del campo, «no hemos venido a romper nada ni a meternos con nadie, solo a que nos escuchen». «Si hemos salido a la calle es porque además de ser para nosotros, es para todos», sentenciaron.

«No queremos ni política ni sindicatos. Queremos que se nos defienda y trabajen por el sector primario. Que hagan política para beneficiar a la población española, no para ganar votos», apuntaron antes de advertir que «si nosotros caemos, cae la sociedad en su conjunto». No obstante, mostraron su disconformidad con la forma de actuar de sus homólogos franceses, al considerar que «tirar la mercancía de los camiones españoles no son ni las maneras ni las formas».